El periodo medio del pago de facturas por parte de las compañías españolas creció en el tercer trimestre hasta los 87 días. Esta es la cifra más alta desde el primer trimestre de 2017. Al menos así se desprende del Estudio sobre comportamiento de pagos de las empresas españolas publicado recientemente por Informa D&B, que además destaca que esa media de tiempo ha aumentado en 2,76 días en el último año.

El riesgo de impago vuelve a ser uno de los fantasmas que rodean las operaciones comerciales, por lo que muchas empresas están recurriendo a soluciones innovadoras que ayudan a mitigar la situación gracias a la aplicación del big data a la economía colaborativa. No hablamos de un concepto muy distinto al que han popularizado plataformas como Airbnb, Uber o BlaBlaCar, que no dejan de ser modelos de negocio con transacciones entre un proveedor y un cliente. Esta “otra economía colaborativa” aborda la cooperación desde una perspectiva diferente, ya que su puesta en marcha deriva de la obtención de datos de valor con los que es posible optimizar la toma de decisiones, acceder a la información de pagos de otras empresas, reducir el periodo medio de cobro, anticiparse al impago, saber cómo abonan los propios clientes a otros proveedores o comparar cómo pagan a una compañía con respecto a su competencia.

Una radiografía de cada deudor en tiempo real

Más plazo, más retrasos

Esta misma investigación señala que los retrasos producidos a la hora de abonar las cuentas pendientes suponen un coste directo para el conjunto del tejido empresarial español de más de 1.639 millones de euros. Nathalie Gianese, directora de Estudios de Informa, puntualiza que los datos de comportamiento de pagos del tercer trimestre de 2018 evidencian “un empeoramiento” respecto a hace un año en los distintos indicadores analizados: Tanto el periodo medio en el que se hacen efectivas las facturas, que sube casi en tres días, como el plazo pactado para hacerlo, que se amplía en 1,17 días, y el retraso medio de pagos, que crece 1,59”.

Esta economía colaborativa se respalda en soluciones como el módulo de Análisis de pagos de Informanager, una plataforma dinámica desarrollada por Informa D&B, donde las empresas que la utilizan intercambian información sobre el comportamiento de pagos, tanto positivo como negativo, de sus respectivos clientes. De momento, en este programa ya se han compartido más de siete millones de experiencias de pagos de empresas españolas. Al aplicar tecnología big data a toda esa información, es posible conocer y comparar el comportamiento de los deudores comerciales de una empresa a través de las experiencias reales aportadas por ella misma y por otras compañías que también han realizado operaciones comerciales con esos mismos deudores. Según apunta David Rodríguez, gerente de Marketing de la compañía, gracias a esos cálculos se tiene acceso inmediato a información clave como la siguiente:

1. Información referente a la propia deuda: desde la cantidad pendiente y vencida, su distribución geográfica, sectorial y por ventas, hasta la situación de la deuda (puntual o con demora), su evolución anual y de las condiciones de pago. Todo ello puede clasificarse tanto por importe como por deudores.

2. Comparativas acerca de cómo pagan los deudores de una empresa al resto de compañías que participan en el programa. Aquí, se detallan los tramos medios de demora, la evolución anual de la deuda y las condiciones de pago de los deudores de una empresa con ella misma, con otras compañías de su sector y con el total de empresas que comparten datos en la plataforma. 

3. También se puede acceder al informe de un deudor en concreto, para conocer en detalle cuál es la situación de los pagos de esa empresa o a un análisis de pagos de un sector determinado.

Viajar al pasado para anticiparse al futuro

Toda la información aportada al Análisis de pagos de Informa requiere tratar un ingente volumen de datos para realizar infinitos cálculos, algo que no sería posible sin la utilización masiva de tecnología ‘big data’, que en este caso se concreta en Hadoop con Cascalog como lenguaje de desarrollo.

Asimismo, para algunas operaciones se utiliza Clojure como herramienta de desarrollo, además de bases de datos cronológicas como Datomic, que permiten “viajar en el tiempo” para extraer la situación de una cartera en un momento concreto del pasado. “Todo ello posibilita, además, que cada vez que un cliente carga información nueva en el sistema, éste se actualice online, de forma que el usuario tiene disponibles al instante esos últimos datos”, señala David Rodríguez, gerente de Marketing de Informa D&B.

De este modo, se cuenta con información relevante para prevenir impagos y acelerar cobros, lo cual resulta esencial en momentos en los que es necesario controlar al máximo las finanzas de las empresas, en especial las pymes que no tienen tanto margen para endeudarse.

Fuente: El País