El proyecto empresarial de Fernando Alonso, el doble campeón del mundo de Fórmula 1, aceleró sus ventas en 2018 y pudo reducir las pérdidas que registró en el año anterior.

Kimoa, la firma de moda fundada por Alonso dedicada a dedicada a la venta a través de internet de camisetas, gorras, gafas de sol, bañadores y otro tipo de prendas con un enfoque juvenil y urbano, y que el propio piloto promociona en cada una de sus apariciones públicas, registró unas ventas de 1,2 millones en su tercer año completo de actividad. Es el triple respecto a las cifras de 2017, en un año en el que Alonso intensificó la promoción de la marca incluyendo en su acuerdo con la escudería McLaren, con la que corrió en 2018, que el logo de Kimoa apareciese en sus monoplazas en cada carrera. A cierre del ejercicio la firma vendía a través de su web en 75 países.

Sin embargo este acelerón en la facturación no fue suficiente para hacer de Kimoa un proyecto rentable. Quimoalar SL, la sociedad bajo la que presta sus servicios la firma, registró una pérdida neta de 760.000 euros, aunque esta cantidad supone mejorar en un 28% el resultado del año anterior, en el que los números rojos superaron el millón de euros, como publicó este diario en abril pasado.

Desde que lo puso en marcha, el proyecto empresarial de Fernando Alonso acumula unas pérdidas de 1,87 millones de euros. A cierre del año la sociedad presentaba un patrimonio neto negativo por esa misma cantidad.

De las cuentas que ha presentado Quimoalar al Registro Mercantil también se deduce que el accionista único inyectó fondos durante el año pasado para garantizar la operativa de la empresa. Quimoalar presenta una deuda financiera a largo plazo de 7,6 millones, cuando en 2017 era de 2,4. Una diferencia de 5,2 millones que no corresponde a financiación bancaria o a deuda con proveedores, sino que está incluida en el apartado de “otras deudas”, y con un plazo de vencimiento superior a cinco años. Este epígrafe, según establece el Plan General Contable, suele corresponder a pasivos contraídas con partes vinculadas o asociadas a la empresa en cuestión.

Quimoalar también vio aumentada de forma considerable su inmovilizado intangible, pasando de medio millón de euros a cinco millones, que quedan reflejados en su activo. En este apartado se incluyen actividades de I+D, propiedad industrial, fondo de comercio o derechos de traspaso, entre otros.

Detrás de la firma, además de Alonso como inversor, están Alberto Fernández Albilares, amigo de la infancia del piloto como administrador único, y Luis García-Abad, su representante y hombre de confianza dentro y fuera de la pista, como apoderado.

Fuente: Cinco Días