“Cuando salimos al mercado, las grandes marcas decían que la ginebra rosa era una moda pasajera, que solo era cuestión de tiempo que nos estrelláramos. Ahora, hasta la última multinacional nos ha copiado”. Las palabras de uno de los fundadores de la empresa sevillana Puerto de Indias, José Antonio Rodríguez, resume la evolución que ha experimentado este negocio en sus más de cuatro años de vida. “El primer año, entre mi hermano Francisco y yo, vendimos unos dos palés, alrededor de mil botellas. En 2017, hemos rozado las seis millones”, asegura Rodríguez. Ante este desarrollo, el fondo de capital riesgo H.I.G. Europe, filial de H.I.G. Capital, puso sus ojos sobre esta empresa de Carmona y, a finales de febrero, se convirtió en su socio mayoritario con el objetivo de potenciar la expansión internacional del producto.

MÁS INFORMACIÓN

Los hermanos Rodríguez aún se preguntan cómo esta multinacional de inversiones, con más de 20.000 millones de euros de capital bajo gestión en todo el mundo, “se ha fijado en una empresita de un pueblito de Sevilla”. “Desde el primer momento nos impresionó la velocidad con la que estaban creciendo y consolidando una nueva categoría en el mercado nacional de ginebra. Inmediatamente vimos el potencial de expansión internacional del producto”, asegura el principal en H.I.G. Europe, Leopoldo Reaño. Ambas partes evitan precisar a cuánto ha ascendido la inversión y se limitan a señalar que el fondo se ha convertido en socio mayoritario. “Aun así no tiene la mayoría suficiente para aprobar propuestas en solitario, para eso se necesita un 70% de los votos”, explica Rodríguez, quien señala que la entrada del fondo inversor no altera la estructura de la empresa.

Junto a un grupo de amigos, estos dos empresarios sevillanos decidieron comprar en 2001 una destilería de 1880 que iba a cerrarse. “Habíamos montado una promotora de viviendas y en vez de construir casas compramos una destilería”, asegura Rodríguez, quien recuerda que poco a poco los compañeros fueron dejando de creer en el proyecto y la crisis en la construcción hizo el resto. “Lo que era un espacio para relajarnos y de ocio se convirtió en nuestra profesión”, afirma. Los dos hermanos comenzaron a fabricar licores, pacharanes, uvas pasas con aguardiente,… “Fuimos probando diferentes productos hasta que un día se me ocurrió que podíamos macerar ginebra con fresas”, señala el cofundador. Y el éxito les ha llegado. En 2014, Puerto de Indias facturó cinco millones de euros; el año pasado, fueron 50 millones.

Presente en 14 países, en negociaciones con otra decena y a punto de desembarcar en EE UU, la entrada de H.I.G. en la empresa supone el espaldarazo para conquistar el mundo. En estos momentos, las exportaciones solo representan un 5% de su facturación. “Con el apoyo de ellos, vamos a llegar a países como EE UU con el mismo poder que las grandes marcas, es importante llegar con fuerza al importador. Los grandes vienen a hundirte y tienes que ser fuerte”, afirma Rodríguez, quien añade que “si se despierta al monstruo americano o asiático” tienen que estar preparados. Por ello, la compañía ya trabaja en la construcción de una nueva fábrica de 8.500 metros cuadrados. “Este proyecto lo empezamos antes de la entrada de H.I.G. y confiamos en que esté en funcionamiento en un año y medio. Queremos pasar de dos a tres líneas de embotellado y con un turno más de trabajo”, explica. Con la nueva fábrica, la empresa espera cuadriplicar su producción y sumar casi medio centenar de trabajadores a sus 130 empleados. “Ojalá sean más”, desea el empresario, quien a su vez apunta que aún les quedan tres años de crecimiento en España.

Entre los objetivos marcados tras esta alianza, ambas partes confían en que “Puerto de Indias se convierta en los próximos años en un jugador líder en el sector de las bebidas espirituosas en el mundo”, dice Reaño. Asimismo, esperan triplicar en los próximos cuatros años sus beneficios actuales de 50 millones. “La combinación de la experiencia del equipo gestor en el mercado nacional, junto con nuestra capacidad financiera y fuerte presencia internacional sentará las bases para un crecimiento sostenible y fuerte”, augura el responsable de H.I.G Europe.

La operación con Puerto de Indias se suma a otras que H.I.G., especializada en la financiación y aportación de capital a pequeñas y medianas empresas, viene haciendo en compañías familiares para apoyar su crecimiento en el extranjero, como ocurrió a finales de enero con la valenciana de muebles de baño Royo Group. Entre otros proyectos, también han invertido en empresas como Centros Único y la Compañía del Trópico (Café & Té y la cadena Panaria). Desde su creación en 1993, H.I.G. ha invertido y gestionado más de 300 empresas de todo el mundo. Su cartera actual está formada por 100 compañías con una facturación anual agregada superior a los 28.000 millones.

Fuente: El País