Los inversores se animaron el martes después de que Trump retrasara algunos aranceles contra China por la presión de las empresas y un poco de pragmatismo por parte de la administración. Pero el mercado no debe olvidar que la guerra comercial se volverá contra los agricultores de EE UU, no contra Apple.

Los traders están pesimistas desde que Trump, inesperadamente, anunció que planeaba imponer un gravamen del 10% sobre 300.000 millones de dólares adicionales en importaciones anuales de productos chinos desde el 1 de septiembre, lo que extendería los impuestos a prácticamente todos los bienes procedentes de allí. El Representante Comercial de EE UU anunció el martes un retraso hasta el 15 de diciembre para móviles, portátiles y similares, mientras que algunos otros productos quedarían exentos. Las acciones de Apple y el S&P 500 lo notaron positivamente.

Las tecnológicas están entre las empresas que han presionado contra los nuevos gravámenes. Los minoristas también. Los aranceles previstos sobre ciertos tipos de calzado, ropa y juguetes también se han retrasado, lo que podría ayudar a las tiendas a prepararse para las navidades.

Los funcionarios de EE UU también podrían estar tratando en el margen de aliviar las tensiones después de dos semanas de escalada. Pero la ira de Trump se ha centrado últimamente en los productos agrícolas. En repetidas ocasiones ha presionado a China para que compre más a los agricultores de EE UU y su última amenaza arancelaria surgió de su decepción con Pekín al respecto. Incluso antes de que China respondiera diciendo que dejaría de comprar cosechas de EE UU, el Departamento de Agricultura esperaba que las exportaciones agrícolas a China fueran un 70% más bajas este año que los más de 20.000 millones en ventas anuales del mandato de Obama.

Para compensar el impacto de la lucha comercial, Trump ya ha prometido casi 30.000 millones en ayuda a los agricultores. Son un electorado clave de cara a 2020. Hasta que China no intervenga para ayudar en el frente agrícola, los inversores no podrán descansar tranquilos.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Fuente: Cinco Días