La Policía Nacional ha detenido a tres personas y ha intervenido 50 toneladas de carne en Baleares de una empresa cárnica que distribuía alimentos en mal estado a todo tipo de servicios de restauración, incluidos hoteles y centros escolares.

Los tres detenidos, propietarios y responsables de la empresa, han quedado en libertad tras pasar a disposición judicial, pero se ha decretado el cese de actividad de la compañía. Se les imputan delitos de estafa, falsedad documental, delito contra la salud pública, contra los derechos de los trabajadores y contra la seguridad social.

Así lo han anunciado este miércoles en una rueda de prensa el jefe de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, Rafael Cladera; el inspector jefe del grupo primero de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif), Gonzalo Calleja, y la jefa de Seguridad Alimentaria de la Dirección General de Salud Pública, Margalida Buades.

Explotación laboral

La bautizada como ‘Operación Biltong’ -por un tipo de carne seca- se inició con una denuncia de un trabajador. A raíz de las pesquisas conjuntas entre la Policía y la Conselleria, se descubrió que los trabajadores tenían salarios de entre 600 y 900 euros por jornadas laborales de diez horas diarias -de 6.00 a 16.00 horas con el tiempo justo de descanso para comer-; y se detectaron irregularidades como ausencia de vacaciones, inexistencia de pagas extra o impago de horas extra.

Según declararon los empleados, el empresario obligaba a los trabajadores a utilizar sus propios vehículos para el reparto de la carne o incluso les hacía costear la gasolina o las reparaciones de vehículos de la empresa.

Además, los investigadores corroboraron que la empresa en ocasiones facturaba una cantidad mayor de carne de la entregada -adulterándola con vísceras y sangre de cerdo-, manipulaba las fechas de caducidad y distribuía alimentos descongelados como frescos. De hecho, los investigadores han encontrado carne que, según la etiqueta original del proveedor, había caducado hacía unos tres años.

También descubrieron que un importante cliente, al sospechar de la calidad del producto, había realizado un análisis de una partida de carne en el que se confirmó la presencia de ‘salmonella’.

El género, que estaba en una nave en Marratxí y otra alquilada en Palma, ha sido inmovilizado. La empresa llevaba dada de alta en Baleares desde 2011 y por el momento sólo se tiene constancia de distribución en Mallorca.

Fuente: Cinco Días