La producción de vehículos en las trece fábricas españolas no levanta cabeza, arrastrada por la contracción que está sufriendo el mercado europeo. En mayo la fabricación cayó un 6% y encadenó siete meses de caídas consecutivas, según los últimos datos de Anfac. En lo que va de año ese descenso alcanza el 5,6%, una reducción muy superior a la que se produjo el año pasado, de un 1%, cuando se empezó a notar una tendencia negativa.

Las trece plantas españolas sufren los efectos de un complejo cóctel que ha obligado a reducir la producción para evitar estocs. A la complejidad de asumir la nueva homologación de emisiones (la denominada WLTP por sus siglas en inglés), se le han añadido otros factores. Uno es el debilitamiento del mercado europeo, principal comprador de coches españoles, que en los cinco primeros meses del año acumulaba una caída global del 2,1%. España es un ejemplo de esa situación: es el mercado que cae más (5,1%) de los más relevantes de Europa.

Otro factor determinante son las dudas que despierta entre los compradores en qué tecnología invertir, dadas las dudas que generan el futuro de los motores de combustión.

El ensamblaje de turismos, que representan el 78% de lo producido en España, cayó un 7,2%, por encima de la media, mientras crece la fabricación de vehículos industriales.

En esa situación, de las fábricas españolas apenas salieron 294.146 vehículos el pasado mes de mayo. Y, acorde a la reducción del mercado, también se desplomaron las exportaciones, a un ritmo del 4,6% en mayo y de un 5,7% en los primeros cinco meses del año.

En su último Boletín Económico, el Banco de España alertaba de la afectación que puede tener sobre la economía española «las perturbaciones negativas sobre la demanda de automóviles en los países de la unión Europea». Asemejaba ese impacto al que puede tener un Brexit desordenado.

Fuente: El País