El israelí Avi Meir y el salvadoreño Javier Suárez tenían puestos de responsabilidad en la empresa de reserva de vacaciones por Internet Booking.com. Sin embargo, dieron el salto a su propia empresa y aseguran que han cosechado un éxito sin igual. Se fijaron en un segmento del mercado en el que todavía no había entrado con fuerza la disrupción de las herramientas digitales: los viajes de empresa. Pensaron que mientras que en el sector de la reserva de vuelos y hoteles para turistas el uso de rastreadores y aplicaciones ya está muy generalizado y compite con las agencias de viajes, en el sector de los viajes de negocios, todavía muy anquilosado en las empresas, faltaban opciones para agilizar las reservas, optimizar los precios y hacerlo todo por Internet.

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«Había una demanda enorme, y era increíble que casi nadie lo estuviese haciendo», explica Suárez, que junto con Meir fundó la startup Travel Perk. De 20 empleados en una pequeña oficina en el barrio del Raval de Barcelona, en menos de dos años la empresa ha pasado a 100 empleados y, después de mudarse, las oficinas ya se les vuelven a quedar pequeñas. Después de la primera ronda de financiación, de 7,5 millones de dólares, en su segunda ronda de inversión la startup ha conseguido la cifra de 21 millones de dólares (17 millones de euros), con inversores que repiten con ellos y con otros nuevos, entre ellos los mismos que financiaron a compañías de éxito como Delivery Hero o Deliveroo.

«¿Por qué no podemos aplicar el modelo de consumidor que tiene por ejemplo Booking.com y aplicarlo a los viajes corporativos?», recuerda Suárez. Esta era la pregunta con la que empezaron a andar los dos fundadores, con un objetivo: «Hacer la vida más feliz a los administradores que tienen que gestionar los viajes de negocios». Los departamentos de viajes de las empresas, según el cofundador de Travel Perk, están anticuados, demasiado dependientes de las agencias de viajes, a las que pagan comisión por los vuelos, restaurantes, hoteles…

«Nosotros decidimos que nuestro modelo de negocio no podía basarse en cobrarle al cliente por cada reserva. Nuestro servicio es gratuito», explica Suárez. El mercado, asegura, es enorme. Y la competencia, casi inexistente: «Nadie hace lo que hacemos nosotros, que es ofrecer todos los servicios de reserva, compra, cancelación, facturas, atención al cliente, estructurar los presupuestos para los viajes de negocios, etc. Una respuesta end to end que solo cubrían, en parte, algunas startup estadounidenses». 

Para llevar a cabo esta empresa, el mayor esfuerzo era el tecnológico y de inventario. «Nadie se atrevía a hacerlo, y esto nos encantó», resume el cofundador. Al inicio, la compañía se centró en ofrecer el mismo inventario que tenían las grandes plataformas de reserva online. «El 50% de los empleados viajan fuera de la política de empresa, porque les es más fácil reservarlo por Internet ellos mismos», argumenta el responsable de márketing, Gideon Pridor. «Ahora tenemos el inventario más grande del mundo para que todos estos empresarios se dirijan a nuestra plataforma», presume.

En el primer año, la empresa se dedicó a ofrecer propuestas de presupuestos y gestión de viajes a las compañías. En el segundo, captaron la demanda de que eran los propios viajeros los que querían reservar los viajes, así que desarrollaron su plataforma en esa dirección. ¿Y en el tercero? «Ampliar nuestra presencia en las ciudades, abrir oficinas y expandir el mercado», explica Suárez, que añade que las principales bolsas de clientes están en Inglaterra, España y Alemania. Después de esta importante ronda de financiación y de un crecimiento del 1.200% en menos de dos años, el objetivo es superar el valor de las transacciones que pasan por Travel Perk, que el año anterior se situaron en los 100 millones de dólares. 

Fuente: El País