El riesgo político en torno a la tecnología china es difícil de calcular. Las acciones del fabricante de ordenadores Lenovo se desplomaron un 15% en Hong Kong el viernes después de que una noticia de Bloomberg dijera que presuntos agentes de Pekín insertaron chips espía en las placas base de otras compañías. ZTE también cayó en Bolsa.

La desconfianza del mundo hacia China como proveedor de la cadena de suministro de las tecnologías de la información (TIC) está creciendo.
No se mencionaba a Lenovo en el artículo, pero a los accionistas les preocupa que esté expuesto al problema ya que América representa un tercio de los ingresos del trimestre de abril a junio. Esto se suma a que el sector ya está cayendo en desgracia: el índice MSCI China Information Technology ha bajado un 20% en lo que va de año. Como las compañías tecnológicas suelen tener mucho peso en los índices, sus problemas se están extendiendo.

El hardware supuestamente infectado fue creado por la marca Computer Super Micro, conocida como Supermicro, un fabricante estadounidense de servidores de alta gama. El informe de Bloomberg, citando fuentes anónimas, dice que los chips fueron insertados en fábricas de China. Cualquier empresa que utilice componentes de otras empresas o que tenga una cadena de suministro relacionada con el país sería vulnerable a esa táctica.

Supermicro negó la veracidad de la noticia y Bloomberg dijo que el Gobierno chino no respondió directamente las preguntas sobre la manipulación de los servidores.

En cualquier caso, la dependencia de EE UU respecto a China en el sector de la tecnología de la información cada vez se percibe más como una violación de la seguridad: un informe reciente del Pentágono señala que el 90% de las placas de circuitos del mundo se producen en Asia, la mitad de ellas en China.

Hubo un momento en que aquellos que defendían el proteccionismo tecnológico en Occidente eran rechazados por ser unos chiflados anticomercio. Ahora están encontrando quién les escuche.
Los males que siente Lenovo podrían ser una señal temprana de que los fundamentos cosmopolitas de la industria de la tecnología evolucionarán dando problemas y de manera impredecible.

En septiembre, el exjefe de Google Eric Schmidt predijo que en la próxima década internet se dividirá en dos versiones: la china y la estadounidense. Como consecuencia, los ordenadores, los smartphones y el software serían menos operativos unos con otros, y sería un lastre enorme para la productividad. Los inversores están con el alma en vilo y es probable que sigan así durante algún tiempo.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Belén Juárez, es responsabilidad de CincoDías.

Fuente: Cinco Días