Tras unos años en la enseñanza universitaria y pasando tiempo con su familia y pescando, el artífice del fulgurante crecimiento del grupo Danaher, Larry Culp (Washingon DC, EE UU, 55 años), vuelve a las andadas, y además a lo grande, como consejero delegado de un gigante de toda la vida, General Electric.

H. Lawrence Larry Culp Junior es el primer CEO de GE que viene de fuera en los 126 años de historia de la compañía. Entró en el consejo en abril, de la mano de John Flannery, al que sustituye en el puesto.

Culp nació y creció en el área de Washington DC. Es hijo del dueño de una pequeña empresa de soldaduras, se licenció en Humanidades en Washington College y empezó a trabajar en Arthur Andersen como consultor.

Pero para dar un giro a su carrera, hizo un MBA en Harvard Business School (Boston, Massachusetts, EE UU). Tenía ganas de hacer negocios con consumidores, no tanto clientes; de tener la sensación de estar en una competencia diaria.

Entre el primer y el segundo año de máster, realizó un proyecto en una fábrica de tractores y equipos de construcción. El contraste con la consultoría le abrió la mente a los modelos japonés y alemán de fabricación, cuenta en el Huffington Post.

Al terminar el MBA, en 1990, decidió llamar en frío al recién nombrado CEO de Danaher –un holding con sede en Washington DC–, George Sherman, y entró en la compañía como coordinador de proyectos de marketing. El primer lanzamiento de producto del que se ocupó fue tremendamente exitoso. Según dice, en ese cargo aprendió que lo principal en una empresa es que todo el mundo esté concentrado en el mismo objetivo, y que se sientan a gusto con él.

Una de sus operaciones más importantes, en 1998, fue la compra de Fluke, fabricante de equipos de prueba industrial, con sede en la costa oeste del país: se pasó 18 meses yendo y viniendo de costa a costa. En Fluke aprendió a manejarse en el mercado chino, una de las claves futuras del grupo.

Danaher fue una de las primeras empresas estadounidenses en adoptar la filosofía japonesa del kaizen, de mejora continua, en la década de 1980. Con Culp, la compañía, dedicada inicialmente al sector industrial (herramientas), ejecutó una serie de adquisiciones que diversificó su actividad en cuatro sectores: biociencia, diagnósticos, dental y ambiental (filtrado de agua, por ejemplo).

El plan empresarial de Danaher incluía formación práctica para los directivos de las empresas compradas: no era raro ver a Culp moviendo equipamiento por la fábrica, señala un perfil del Boston Globe.

Culp fue nombrado jefe de operaciones, y llegaría al mando de Danaher en 2001, con 37 años, a la retirada de Sherman. Lo mantendría hasta 2014, año en que renunció. Tenía más de lo que esperaba alcanzar, dijo al comunicarlo, y citó al presidente de EE UU Thomas Jefferson, partidario de hacer una rebelión cada 20 años.

Después de tomarse un descanso con su mujer y sus tres hijos, y pescar en lugares exóticos, volvió a su alma máter, Harvard, en Boston, para dar clase de comportamiento organizativo, liderazgo y otros temas del mundo corporativo.

Culp tiene ahora el enorme reto de levantar una empresa que ha perdido tres cuartos de su valor desde 2000, y un 60% desde finales de 2016. Sustituye a Flannery, que duró solo 14 meses en el puesto, y que llevaba tres décadas en la empresa, a diferencia del nuevo CEO, un recién llegado. Los analistas esperan que esta característica le permita afrontar con menos apego las desinversiones que requiere la compañía.

La división de turbinas de gas de GE está perdiendo mercado por culpa del auge de las energías renovables, y la filial financiera GE Capital necesita un total de 3.000 millones de dólares el año que viene. También está previsto que GE se desprenda de su filial de salud.

Al ser designado, Culp afirmó el lunes que GE “sigue siendo una empresa fundamentalmente fuerte, con grandes negocios y un enorme talento. Es un privilegio que se me pida que lidere esta compañía icónica”.

“Trabajaremos muy duro en las próximas semanas”, siguió, “para impulsar un mejor rendimiento, y lo haremos con urgencia. Seguimos comprometidos con el fortalecimiento del balance, incluyendo el desapalancamiento”.

Los inversores recibieron el sorprendente nombramiento del nuevo consejero delegado haciendo subir el precio de la acción un 15%, hasta los 13 euros, y aunque rebajaron algo los ánimos durante la semana, la cerraron en ese nivel.

Culp posee una casa en la zona de Boston, donde vivirá a partir de ahora, y desde donde dirigirá GE, que tiene sus oficinas centrales en Fairfield (Connecticut, EE UU), también en la costa este del país. Aunque los vientos de mejora vengan de oriente.

Crecimiento y globalización

Con Larry Culp al frente, Danaher quintuplicó sus ventas hasta 19.100 millones de dólares y su capitalización de mercado aumentó de 10.000 a 51.000 millones. Ahora vale 76.000 millones, bastante cerca de los 98.000 millones de dólares de GE.

Culp elevó los ingresos en el exterior del 40% al 60% del total, y multiplicó por 10 las ventas en China, hasta 3.000 millones de dólares.

Fuente: Cinco Días