El fuerte crecimiento de la economía española, que encadena tres ejercicios con subidas del PIB por encima del 3%, y el buen tono de los socios europeos, a los que se destina una gran parte de las exportaciones, en torno a dos terceras partes, están ejerciendo de bálsamo para la facturación de un gran número de compañías. En 2017, la cifra de negocio de las empresas españolas, según la estadística que realiza el INE, cerró con un crecimiento del 6,8%, con lo que encadenó cuatro ejercicios consecutivos al alza y experimentó el crecimiento más importante desde el inicio de la crisis en 2008.

El dato de enero, hecho público por el INE, constata que la tendencia de crecimiento no se ha abandonado en el arranque del ejercicio. Las empresas que operan en España facturaron el 7,4% más en enero respecto al mismo mes de 2017, con lo que este indicador encadenó dieciocho meses consecutivos al alza. Corregidos los efectos estacionales y del calendario (el número de días hábiles puede no ser el mismo para un mes), el incremento se redujo al 5,1%, mientras que respecto a diciembre, las ventas bajaron el 1,1 %.

En el primer mes del año, todos los sectores que analiza la estadística (industria extractiva y manufacturera, suministro de energía eléctrica y agua, comercio y servicios no financieros de mercado) elevaron sus ventas. Especialmente significativo es el incremento de la industria extractiva, con un alza de la facturación del 9,9%, seguida por los servicios no financieros de mercado, con un 9% más, y el comercio al por mayor y al por menor, con un avance anual del 7,2%. En el otro lado aparecen las firmas ligadas al suministro de energía eléctrica y agua, saneamiento y gestión de residuos, cuya facturación registró un retroceso del 5%.
Un fenómeno que ya atisbó el Banco de España en la última Central de Balances, (enero-septiembre de 2017), en la que destacó el impacto negativo que el encarecimiento del petróleo estaba teniendo sobre los resultados de las compañías del sector energético.

El barril de Brent, de referencia en Europa, supera en la actualidad los 70 dólares y su precio se ha incrementado un 39% en el último año, lo que ha estrechado los márgenes de las empresas energéticas. Este ajuste es el que provocó que el beneficio de estas compañías solo creciera un 4,8% entre enero y septiembre, la mitad de lo registrado en el mismo período de 2016 (10,9%).
Pese a ello, las expectativas de crecimiento son buenas y buena prueba de ello son las palabras del ministro de Economía, Roman Escolano, que justificó esta mañana la revisión al alza del crecimiento de la economía española en tres elementos. “El mayor crecimiento de la economía internacional, la recuperación y normalización de la actividad económica en Cataluña y la mejora de la formación bruta de capital, especialmente de la inversión empresarial. Esta presenta un tono muy fuerte en los primeros meses del año”, señaló.

Otro dato que invita al optimismo es el crecimiento de las ventas de las grandes empresas que fiscaliza mensualmente la Agencia Tributaria. Este organismo considera grandes empresas a aquellas con un volumen de negocio superior a los 6 millones de euros. Aunque es un colectivo muy pequeño, apenas representa el 1% de los declarantes de IVA, sí es muy importante en términos de facturación, ya que supone el 60% del total. En enero, las ventas de las grandes empresas crecieron un 3,2%, continuando con las subidas por encima del 3% registradas al cierre de 2016 y 2017. La estadística de la Agencia Tributaria distingue entre ventas interiores y exportaciones y ambas presentan un arranque de año con fuertes subidas.

Las ventas interiores subieron un 3,3%, con incrementos especialmente apreciables en el caso de los bienes de equipo y software (un 8,3% más anual en enero) y de la actividad inmobiliaria (un alza del 6,3%), con crecimientos más modestos para los bienes de consumo (un 2% más) y los intermedios (aquellos que se utilizan en la fabricación de otros bienes), con una subida del 2,9%.
Las exportaciones crecieron un 3,9% en enero, seis décimas más que las ventas interiores. Las dirigidas a la UE, que suponen un 67% del total, crecieron un 1,5%, mientras que las dirigidas a otros países lo hacen un 7,6%.

Automoción e inmobiliario, a la cabeza

Facturación. Una encuesta elaborada por CEOE y KPMG a principios de marzo, en la que preguntaron a 1.900 directivos, refleja unas perspectivas muy optimistas de las empresas respecto a los grandes indicadores económicos para 2018. En cuanto a la facturación, el 77% prevé que crecerá y la mitad de ellas considera que el avance será superior al 5%.

Optimismo. El 84% de los encuestados del sector de automoción espera ver crecer sus ventas en los próximos 12 meses. El porcentaje baja al 76% en el caso de los empresarios del sector inmobiliario. Pese a ello más de la mitad de los que auguran crecimiento de ventas apuestan porque este estará por encima del 5%.

Empleo. El sector tecnológico será el más intensivo en la creación de empleo, donde el 60% de los encuestados prevé crear puestos de trabajo, y un tercio de ellos apunta a subidas por encima del 5%. Un crecimiento similar al que se producirá en el sector de la automoción. En el otro lado, y al igual que sucedió en 2017, las entidades financieras son las más pesimistas respecto a este indicador: un 25% augura recortes de más de un 5% en los próximos doce meses.

Fuente: Cinco Días