Los departamentos de recursos humanos empiezan el año con muchos deberes en el horizonte. Dice la encuesta realizada por Deloitte a 2.000 directivos y presentada esta semana en el Foro Económico Mundial de Davos que los ejecutivos son conscientes del desajuste que existe entre los profesionales que tienen en sus plantillas y los que reclama la industria 4.0. Su reto fundamental, aseguran, es desarrollar el talento para responder a la digitalización de la economía, aunque hoy cinco de cada diez directivos opina que no se está haciendo todo lo posible para corregir ese desajuste en las organizaciones. El 43% cree que para conseguirlo es mejor formar a los equipos actuales y el 25% es partidario de optar por nuevas contrataciones.

El principal desafío a atender en 2019 es el de la transformación de los empleados hacia ese mundo tecnológico y cambiante en el que vivimos, dice la directora mundial de recursos humanos de Adecco Group, Gordana Landen. “Estamos invirtiendo en atracción, desarrollo y retención del talento”, indica antes de la presentación del Índice de Competitividad del Talento Global en la localidad suiza de Davos. “Las empresas tienen la responsabilidad y la obligación de cualificar y recualificar a sus trabajadores” ante la digitalización, la automatización y la robotización. O ante la flexibilidad que requiere adaptarse con rapidez a los entornos inciertos y volátiles.

Y esa transformación tiene mucho que ver con los nuevos modelos de trabajo y de aprendizaje. “Vivimos un déficit de productividad en las plantillas que hay que corregir y las metodologías ágiles, que sirven para ello, van a pegar fuerte en 2019”, sostiene Marta Romo, socia y consejera delegada de la consultora Be-Up. Cada vez hay más reuniones, más e-mails, más ladrones de tiempo, explica, y estas metodologías, que al principio generan resistencia y escepticismo en los equipos, contribuyen a la gestión del cambio y a trabajar las resistencias, continúa. Incluso empresas pioneras en su implantación, como BBVA, siguen trabajándolas. “Es un cambio en la mentalidad del trabajo, en la estructura del mismo y en la cultura empresarial; a las metodologías ágiles le quedan años de desarrollo”, prevé Romo.

“Los procesos de gestión del cambio exigen cuestionar el statu quo, reinventarse, tomar decisiones en base a un futuro incierto”, apoya Carlos Viladrich, director de recursos humanos de Adecco en España. Para quien acometer estos procesos de forma estructurada y con métricas que permitan un seguimiento es fundamental.

Personalizado

La preocupación por la fuga de personal ahora que se ha dejado atrás la crisis tiene como resultado que las empresas se centren más en el trabajador, en retenerlo y formarlo. La experiencia del empleado, ponerle en el centro de todos los procesos de recursos humanos, está ganando cada vez más interés en las empresas. BBVA, Vodafone, Orange y Roche trabajan en esta dirección y otras como Coca-Cola desarrollan el marketing interno o endomarketing, con el que tratan de conquistar a sus equipos y fidelizarlos para que no se vayan. “Ofrecer experiencias diferenciales a los empleados va a ser un elemento clave para conseguir atraer y retener el mejor talento. Y no solo centradas en la vertiente profesional sino en la personal”, apoya Francisco Puertas, managing director de Accenture Strategy.

Cuestión de confianza

Enero es, según LinkedIn, el mes del año en que más profesionales buscan empleo (un 69% más), aunque las principales barreras que tienen para dar el salto definitivo a otras empresas en España son la falta de confianza, salir de la zona de confort y el paquete retributivo.

El trabajo va a mejorar en 2019 atendiendo a las previsiones de la Guía del Mercado Laboral que ha presentado esta semana Hays, donde el 77% de las 1.300 empresas consultadas va a contratar personal (un punto más que en 2018) tras considerar que la crisis ha quedado atrás. Y el 67% elevará los salarios de sus trabajadores, sobre todo en los sectores químico, telecomunicaciones, banca y farmacéutico.

El propósito de los departamentos de recursos humanos es ofrecer servicios y experiencias customizadas a los trabajadores, que permitan ser gestionadas desde plataformas tecnológicas integradas, continúa. Pero, a juicio de Puertas, lo verdaderamente importante de estas áreas en 2019 va a ser “su capacidad de influir y orientar a la dirección, al negocio y a las personas para abordar los nuevos retos de la economía digital”.

El aprendizaje acelerado puede ser una de las fórmulas para influir. GSK (GlaxoSmithKline) o Vodafone confían en él, según Romo. Se trata de responder a la demanda de las plantillas de formación práctica, aplicable a sus puestos de trabajo. “Tanto el contenido como la metodología como el tiempo se vincula al proceso individual de aprendizaje”, indica. A través de la realidad extendida, que tiene mucho impacto en el personal, se trabaja la atención, los cinco sentidos y las emociones, en píldoras de dos a cuatro horas de duración que pueden tener continuidad posteriormente.

Romo detecta otra tendencia en claro auge en las organizaciones españolas, a las que la crisis mantuvo deprimidas. “Cada vez nos piden más informalidad y sentido del humor en nuestros proyectos, ya sean de aprendizaje o de desarrollo. Las empresas buscan atraer la atención a través del humor. Después de años muy pesimistas, hay un movimiento de péndulo. Necesitamos reirnos en nuestros trabajos”, asegura. Vídeos y treatrillos con guionistas, monologuistas y actores quieren devolver la alegría a las plantillas para que no se arrojen en manos de la competencia.

Fuente: El País