Silicon Valley está en el punto de mira de un bazuca contra las fusiones y adquisiciones. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos está creando un organismo, la Technology Task Force, para vigilar el posible comportamiento anticompetitivo de los gigantes de la tecnología. El perro guardián no descarta la posibilidad de romper operaciones pasadas, aunque no está claro que la agencia esté dispuesta a dar pasos tan extraordinarios. Con todo, blandear esa arma es una táctica de negociación útil,mientras investiga las infracciones de privacidad de Facebook.

El nuevo grupo de trabajo de la FTC (siglas de Federal Trade Comission) se centrará en los sectores tecnológicos, incluyendo la supervisión de los mercados en los que compiten plataformas online como Facebook y Google, de Alphabet. También afilará la capacidad de la Comisión para autorizar las fusiones y, si está justificado, deshacerlas.

Existe un sentimiento creciente en Washington DC de que las empresas de tecnología son demasiado poderosas, y las viejas herramientas utilizadas para revisar las fusiones y evaluar la competencia están anticuadas. Los datos de los usuarios son el motor que produce miles de millones de dólares para Google y Facebook, y cada vez más para Amazon.

Se espera que los titanes gemelos dominen este año casi el 60% del mercado de la publicidad digital de Estados Unidos, que alcanza los 129.000 millones de dólares (113.000 millones de euros). Dada esa influencia, los políticos y los reguladores están exigiendo saber qué hacen estas empresas con esa información personal y qué medidas están tomando para protegerla.

La Comisión de Comercio ya está rondando la red social de Mark Zuckerberg: está investigando si Facebook ha infringido un acuerdo de 2011 para salvaguardar los datos de los consumidores después de haber compartido indebidamente la información de sus miembros con Cambridge Analytica. La FTC y Facebook están trabajando en un acuerdo que podría resultar en una multa de varios miles de millones de dólares.

La Comisión Europea ya ha demostrado lo que significa ponerse duro. En julio de 2018 impuso a Alphabet una multa de 4.340 millones de euros –la mayor sanción antimonopolio hasta la fecha– después de resolver que la empresa estaba utilizando su sistema operativo Android para trasquilar a sus rivales.

Es posible que la FTC también quiera pensar a lo grande. La multa más grande que ha impuesto hasta ahora por violaciones de la privacidad fue una miserable suma de 22,5 millones de dólares (19,8 millones de euros) dirigida a Google.

El espectro de que la agencia podría desmantelar acuerdos ya realizados –por ejemplo, obligando a Facebook a vender Instagram o WhatsApp, o a Google a desprenderse de YouTube– le da mucha más potencia de fuego en la negociación.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Fuente: Cinco Días