El gobernador del Banco de España, Luis Linde, ha detallado cómo fueron las últimas horas del Popular y ha dejado claro que si no recibió más dinero el 6 de junio, antes de su quiebra, fue porque no presentó más activos, aunque el Banco Central Europeo había autorizado a entregarle más efectivo.

Durante su comparecencia ante la comisión que investiga en el Congreso la crisis financiera, Linde ha comentado que el 1 de junio de 2017 se firmó un marco legal ante el notario para entregar el dinero cuando hiciera falta. El 5 de junio, a las 8.33 el Popular realizó la petición de liquidez  y la comisión ejecutiva del Banco de España se reunió a las 9.00. «Como el Popular pidió más de 2.000 millones, fue necesario reclamar una autorización al Banco de Central Europeo porque así lo exige la normativa europea. El BCE autorizó la cantidad pedida pero no se llegó al importe total porque el Popular no pudo presentar más garantías. No podemos contar más detalles porque no nos lo autoriza el BCE; le hemos pedido permiso y en cuando podamos, explicaremos minuto a minuto esta historia, no tenemos ningún problema».

En la mañana del 6 de junio el Popular pidió más dinero al Banco de España, que se entregó hasta llegar al límite de sus garantías y ese día, por la tarde, pidió la intervención pública porque no tenía dinero para hacer frente a los pagos del 7 de junio. Según fuentes financieras, el Popular entregó activos valorados en 40.000 millones. El BCE, en un informe, culpó a la dirección del Popular de su caída.

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Explicó que siempre se exigen garantías antes de prestar el dinero «porque si no lo hacemos, sería ilegal». «De lo contrario, el Tesoro podía haber prestado al Popular y perder el dinero de los ciudadanos», detalló. También ha negado que esas garantías supusieran un descuento del 90% sobre los activos entregados para conseguir el efectivo. «No sé de dónde ha salido esta historia, pero no es verdad», afirmó.

Con esta argumentación, Linde —que deja su cargo en junio— sale al paso de una de las cuestiones más polémicas de la crisis del Popular, la razón por la que no hubo más socorro con dinero público antes de quedarse sin liquidez y acabar en manos del Santander. Ante esta falta de datos, algunos diputados, Ignacio de la Torre (Ciudadanos) y Alberto Montero (Unidos Podemos), sugirieron que estaba contando «cuentos». «Yo no cuento cuentos, explicó lo que sé de la forma más honrada posible, a la espera de la autorización del BCE», rebatió Linde.

En relación con la venta al Santander fue tajante, al afirmar que si no hubiera habido comprador, «se habrían producido pérdidas para todos los acreedores del banco, incluidos los depositantes; es dudoso que el Fondo de Garantía de Depósitos hubiera tenido fondos para hacer frente a esas pérdidas por lo que cualquier alternativa hubiera sido mucho peor en todos los sentidos, hubiera sido un escenario catastrófico para España y para nuestra economía. La solución que se encontró fue la menos mala».

Linde hizo un repaso general de su actuación en la crisis, a menos de dos meses de dejar el cargo, y admitió que «nadie es inocente, tampoco el Banco de España, pero para actuar necesitaba figuras sancionables… No obstante, es cierto que ante el crecimiento del crédito se podía haber mantenido una persuasión moral, no tanto legal» para frenarlo.

Como lecciones para el futuro, asumió la que le recordó el diputado del PP, Miguel Ángel Paniagua, sobre la actuación temprana, «como nos explicó en esta Cámara el experto Aristóbulo de Juan«. «Es verdad que hay que adelantarse a los acontecimientos y tomar medidas preventivas severas, pero el supervisor tiene el alma dividida: debe ser severo con las entidades pero también tiene que mantener la estabilidad financiera para no romper la estabilidad; en esa tensión se mueven todos los supervisores y la salida es encontrar el camino adecuado: exigir más provisiones sin introducir desequilibrios en el sistema».

Torre de Bankia

Al margen del debate financiero, el gobernador ha justificado que el supervisor remitiera a Bankia el informe en el que investigaba un posible caso de blanqueo de capitales en la venta de una de sus torres en que la propia ley así lo amparaba.

Linde ha dicho que, una vez la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri solicitó tal acceso, los servicios jurídicos del Banco de España justificaron la remisión de tal informe «sin la menor duda», con arreglo a la Ley de Procedimiento Administrativo.

Este informe de la inspección del Banco de España, según publica este martes el diario ‘El Mundo’, concluye que Bankia incumplió la normativa antiblanqueo en la venta en 2016 de la torre que poseía Bankia en los antiguos terrenos de la Ciudad Deportiva del Real Madrid a la sociedad luxemburguesa Muscari Investissement.

Fuente: El País