Ifema ha visto que lo antiguo es un filón entre los modernos. En las tiendas de decoración de los barrios de Malasaña en Madrid y Gràcia en Barcelona, televisores de los años sesenta, pósters de Roy Lichtenstein y singles en 45 revoluciones de Los Brincos hacen furor entre los jóvenes que buscan cachivaches asequibles y originales para decorar su vivienda o complementar sus armarios roperos.

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Es para hacerse con ese público que la institución ferial madrileña ha modernizado su tradicional feria de antigüedades, galerías de arte y coleccionismo Almoneda —que a partir de esta su 28ª edición se convierte en Almoneda Antik Passion— para, según la organización, “aproximarse más al público y mostrarle el fascinante universo de las antigüedades y el arte”. Desde este sábado y hasta el 15 de abril, 140 expositores presentarán alrededor de 25.000 piezas y objetos únicos con más de 50 años, así como obras de arte contemporáneo en el pabellón 3 del recinto ferial del Campo de las Naciones.

Almoneda Antik Passion será escaparate de miles de objetos de los años cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta creados por los grandes del diseño internacional; mobiliario antiguo; joyas y bisutería; ropa de hogar; bolsos; lámparas; relojes; alfombras; arqueología y plata. También ocupan un lugar destacado las obras de pintura y escultura de artistas consagrados y actuales. Un conjunto que, según la organización, compone “un completo mosaico de piezas del pasado llenas de historia y encanto”.

De interés para el visitante a la feria

Almoneda Antik Passion, organizada por Ifema, tendrá lugar en el pabellón 3 del recinto del Campo de las Naciones de la Feria de Madrid, del 7 al 15 de abril y en un horario ininterrumpido de 12 a 21 horas durante todos los días de la exhibición.

Aunque hay aparcamiento (de pago, precio máximo 15 euros), la organización recomienda encarecidamente el uso del transporte público. Además del Metro (estación Feria de Madrid, línea 8), los visitantes a la feria podrán hacer uso de las líneas 104, 112 y 122 de autobuses de la EMT, así como la 828 del Consorcio Regional de Transportes.

El precio de las entradas es de ocho euros, excepto el martes 10, cuando el acceso es libre a todos los visitantes.

El pabellón 3 tiene servicio de guardarropía. Hay una variada oferta gastronómica en todo el recinto: las cafeterías abren a las 9.00 de la mañana y los restaurantes de 13.00 a 16.30, todos los días de feria.

Dentro de la oferta de antigüedades y decoración de Ifema, Almoneda siempre ha sido el contrapunto popular a la exclusividad de Feriarte. Tanto en sus ediciones de primavera como en las otoño-invierno, la exhibición siempre ha hecho mucho hincapié en la accesibilidad y precio moderado de los productos expuestos. “Comprar piezas de más de 50 años, así como obras plásticas contemporáneas, no tiene por qué ser caro e inaccesible”, afirman desde la organización. Las piezas más baratas a la venta cuestan cinco euros, aunque hay productos de hasta 150.000.

La diversidad de la oferta es, como de costumbre, apabullante. Desde sifones serigrafiados de 1950, pasando por broches Art Decó firmados por la diseñadora Lea Sein, hasta obras gráficas de Andy Warhol.

Para coleccionistas y amantes de la joyería antigua, Almoneda Antik Passion propone una gran variedad de piezas como un broche tremblant de oro amarillo y vistas de plata engastado con diamantes de talla antigua, ca. 1880; unos pendientes Art Decó realizados en platino y brillantes, o una pulsera en oro con aguamarina y perlitas del siglo XIX.

También los visitantes encontrarán además de bisutería, una gran variedad de accesorios de moda como chaquetas de visón, guantes, tocados, bolsos, mantillas y mantones de Manila.

La decoración y la mesa son igualmente protagonistas en la Feria con propuestas como un bar secretaire de Masón Jansen de los años setenta; una pareja de Butacas de Borge Mogensen; una mesa italiana de latón de Willy Rizzo; un bufete italiano de la Toscana, del siglo XVIII; un reloj de pared francés del XIX, o una espectacular mesa inglesa de 1880, en plena época victoriana. Una oferta que se completa con vajillas, cuberterías, plata, cristal y cerámicas, etc.

Asimismo, la Feria acercará al público a la arqueología con piezas de las antiguas culturas de Mesopotamia, Oriente Próximo, Egipto, Grecia, Etruria, Roma, la Península ibérica, el mundo islámico, la América precolombina, el valle del Indo (en la actual Pakistán), camboyana. Desde crateras griegas, mármoles romanos o estelas egipcias, hasta figuras de guerreros de la antigua China, y otra esculpida en piedra arenisca roja del dios elefante Ganesh, procedente de India.

Estilos y técnicas plásticas

Igualmente, pondrá a su disposición una gran diversidad de obras plásticas; distintas épocas, estilos y técnicas se mezclarán para el gusto y disfrute de los amantes de la pintura y la escultura, con artistas como Manolo Valdés, Joan Miró, Bosco Sodi, Juan Genovés, Xavier Mascaró, Darío de Regoyos, Joaquín Mir, Ramón Casas, Benjamín Palencia, Manolo Millares, Menchu Gal.

Según la organización, la exhibición “cuenta con un lugar propio en la agenda cultural de Madrid, y un público cada vez más numeroso, que espera cada año una nueva cita con este fascinante mundo para buscar una obra artística o un objeto decorativo, que imprima buen gusto en los ambientes más diversos”.

El martes 10 de abril la exhibición celebra su jornada de puertas abiertas con acceso gratuito para todos. Como novedad, los sábados 7 y 14 de abril la Feria invita a los visitantes a participar en los talleres florales que, de la mano de la revista Nuevo Estilo, impartirán expertos en la materia entre las 18 y las 19 horas.

La organización promete productos para todos los gustos

Explorar los pasillos de Almoneda es poder encontrar un poco de todo. En palabras de la organización, “objetos buscados por coleccionistas; piezas especiales para los amantes de la decoración ecléctica; curiosidades para los más nostálgicos; prendas y complementos vintage para los más chic; joyería y bisutería para quienes buscan diseños únicos”.

Los que gusten de las joyas pueden encontrarse desde una escultura con forma de hormiga por 50 euros hasta una pulsera de brillantes art decó por 50.000. Para un momento especial, pueden encontrarse sortijas como una, de oro amarillo y vistas de platino engastada con brillantes y zafiros.

Para los amantes del arte, hay un Tàpies por 4.500 euros. También estarán presentes obras de Joan Miró, Xavier Mascaró, Rafael Canogar, Menchu Gal o Miquel Barceló.

Los de gustos más clásicos pueden encontrarse una talla de ángeles policromados del siglo XVIII. Y para los apasionados de lo más antiguo todavía, hay piezas antiguas para todos los bolsillos, desde fíbulas romanas y celtíberas en bronce, con precios que oscilan entre los 100 y 250 euros, hasta mármoles romanos o estelas egipcias, que pueden llegar a los 30.000.

En lo que a muebles se refiere pueden hallarse desde un banco antiguo de cuerda tejida a mano originario de los montes Adirondacks, al norte de Nueva York, hasta un par de mesas de palisandro atribuidas al diseñador sueco Alf Svensson

Por último, hay una ración considerable de objetos raros y curiosos, desde navajas sevillanas hasta mesas de sastre, pasando por sillones de barbero.

Fuente: El País