De un tiempo a esta parte y por razones de distinta índole (dificultades para cerrar los Presupuestos, casos de irregularidades que salpican a algunos ministros…) se ha instalado entre el empresariado español el debate sobre el adelanto electoral y, ante todo, sobre la conveniencia de hacerlo. Hay opiniones para todos los gustos y, entre otras razones, aparecen los avisos de frenazo del crecimiento económico y la ralentización de las inversiones por parte de las empresas hasta que se despeje el panorama como principales acicates.

“Lo que quiere el empresario es estabilidad”, manifiesta el presidente de una gran empresa que exige el anonimato y que añade que “quizá el problema radique en que no está muy claro si la estabilidad se consigue convocando elecciones o cumpliendo la legislatura hasta el final”. “Pero es que no hay un claro ganador y si se celebraran elecciones ahora se volvería a repetir el escenario o incluso pasaría a peor, por lo que mejor quedarse así”, completa.

“Mientras el Gobierno no tome medidas que desestabilicen y sí las toma para que el país prospere y no se genere déficit, estaremos conformes”, manifiesta otro líder de una empresa del Ibex 35. Esta apreciación coincide con la de un dirigente empresarial que sostiene que “los empresarios no están para dirigir la política nacional, hay que dejar que lo haga el Gobierno y tener un poco más de calma, no se puede echar la culpa de todo a un Gobierno que lleva tan poco tiempo y que, encima, se ha encontrado con problemas de consideración como la crisis catalana”. “Los empresarios que exigen elecciones ahora parecen políticos de la oposición y ese no es nuestro papel”, remata.

“Los empresarios que exigen adelantos parecen políticos de la oposición y ese no es nuestro papel”

Pero no todos los empresarios piensan así. Otro dirigente patronal aduce, en sentido contrario, que muchas inversiones están paradas a la espera de que se aclare la situación de eventualidad y porque no tienen claro lo que va a pasar con la economía. “La sensación de transitoriedad genera desconfianza y esta no es buena para la economía”, dice. En esa línea se mueve el presidente del Círculo de Empresarios, John de Zulueta, que ha pasado de alabar los nombramientos de ministros y de conceder el beneficio de la duda al Gobierno a exigir elecciones de forma inmediata para lograr esa estabilidad. Aunque no todos los mimebros del Círculo piensen igual, a su juicio, no se pueden hacer reformas, no se pueden hacer pactos. Los que firman pactos no los hacen para construir; si no para enredar.

Los empresarios saben que no se adelantan unas elecciones para no ganar, por lo que son conscientes de que Pedro Sánchez no lo hará mientras no esté muy convencido de que tiene una ventaja suficiente. En ese sentido, tienen muy claro que el presidente tiene aguante y que no va a permitir que nadie le marque la agenda, aunque muchos le reprochen que se encuentra en una campaña electoral permanente y como ejemplo ponen el intento de instaurar un impuesto a la banca, lo que no le generó muchas filias en el sector que digamos.

También subrayan la evidencia de que la estabilidad no significa mayoría absoluta, sino que haya acuerdos, pactos de gobierno y demás. Todos reconocen, no obstante, lo incómodo que es gobernar con 84 diputados y buscando siempre un consenso. Pero, lo que los empresarios rechazan de forma tajante es que el Gobierno pacte con Podemos o “se ponga en manos” de este grupo.

“La sensación de transitoriedad genera desconfianza y eso no es bueno para la economía”

De momento ha sido la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la que ha afirmado de forma tajante que no habrá adelanto. “Que esperen tranquilos”, sentenció en un acto en el que anunciaba con gravar el 5% los beneficios de las empresas en el exterior. Mientras, el presidente trata de generar confianza en universo empresarial con encuentros públicos y privados. La cuestión está en si los grandes empresarios españoles se fían o no de los que les cuenta el presidente. Para muchos las dos reuniones que ha mantenido con ellos (una en La Moncloa con representantes de la Fundación Carolina aprovechando su convención anual y otra, más multitudinaria junto a representantes de otros colectivos, en la Casa América) no han sido muy convincentes. Varios de los asistentes han reconocido que el presidente parecía ausente. “Parecía estar pensando en otras cosas mientras lanzaba un discurso lleno de lugares comunes y de lo que queríamos oír”, refiere uno de ellos.

Posteriormente, aprovechó un viaje a Nueva York para reunirse con representantes de multinacionales con presencia en España, bancos de inversión y fondos en un encuentro organizado por la Cámara de Comercio de EE UU en España. Gente con posibles como para potenciar o hundir la prima de riesgo.

De cumbre con los emprendedores

M. Á. N.

Uno de los frentes habituales que tienen los presidentes del Gobierno es el que representa el colectivo empresarial, por lo que significa para la evolución económica. Por eso las convocatorias, que según el inquilino de La Moncloa han sido con sido más o menos frecuentes, y su presencia en eventos sectoriales suelen convertirse en noticias preponderantes. Es el caso de la presencia el viernes de Pedro Sánchez en la South Summit de emprendedores celebrada esta semana en Madrid.

Fuente: El País