Aena ha lanzado en los aeropuertos españoles su nuevo servicio de Internet gratuito, sin publicidad y de alta velocidad a través de conexión wifi, que permite el consumo de contenidos multimedia con alta definición y la descarga de vídeos, para toda su red, informó este miércoles el gestor aeroportuario. De esta forma se elimina la opción de pago y se suprime la publicidad como opción obligatoria de acceso para la conexión gratuita como hasta ahora, lo que mejora de forma sustantiva el servicio y facilita los pasos de la conexión.

Con la nueva red, que lleva por nombre Airport Free Wifi Aena y es operada por la propia Aena, la conexión se simplifica y el autologin o registro será válido para todos los aeropuertos durante tres meses o un año.

El usuario dispone de tres formas de registrarse: a través de las redes sociales (LinkedIn y Facebook), del Aena Club Cliente (en el que se puede dar de alta en la web de Aena o mediante un formulario). Una vez realizado el primer registro a través del Aena Club Cliente, no hay que volverse a logar en toda la red durante un año.

Nuevo sistema

Aena ejecuta así la tercera fase de la implantación de la red wifi en los aeropuertos españoles gracias a un acuerdo con Vodafone y una inversión de 24,5 millones de euros. En 2015 ya introdujo el servicio gratuito e ilimitado, pero solo por 30 minutos, financiado con publicidad y de baja velocidad (hasta 2 megabits por segundo de descarga). Paralelamente, el servicio Premium, sin anuncios y con una velocidad superior (entre 3 y 10 Mbps), tenía un coste de 5 euros diarios.

El relanzamiento del wifi se produce después de que desde la propia Aena se reconozca que el servicio implementado en 2015, y operado por la empresa Eurona, no ha funcionado como esperaba en cuanto a calidad y satisfacción del cliente. El nuevo wifi abarca toda la red de Aena, que consta de 46 aeropuertos y dos helipuertos.

El wifi gratis se ha ido extendiendo por los aeropuertos europeos como los casos de Dublín, Lisboa, Milán, Varsovia, Copenhague, Roma-Fiumicino o el Charles De Gaulle parisino.

Fuente: El País