Los conflictos entre caseros e inquilinos no dejan de crecer en España. El año pasado lo hicieron un 31% con respecto al anterior, al pasar de 10.211 litigios a 13.378. Estos no dejan de crecer desde 2014 y en cinco años casi se han doblado (entonces fueron 6.915). Se trata de una tendencia en parte explicable porque el mercado de arrendamientos es cada vez mayor en España, donde los precios de la vivienda fuerzan cada vez a más personas a vivir en casas arrendadas.

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Sin embargo, pese a que la tensión de precios también se produce en los alquileres, las causas por impagos bajan en porcentaje respecto al total de litigios en arrendamiento de vivienda. Según los datos difundidos este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado se produjeron 13.378 litigios judiciales en los que el casero denunciaba que no había recibido la renta del inquilino. Esto supone 1.822 casos más que en 2017 (un 21,7% más). Pero puesto que el total de causas creció a un ritmo mayor, los impagos representaron menos parte del pastel que nunca, un 76%. Es el porcentaje más bajo desde 2012, cuando arranca la actual serie estadística. Con el método anterior, que solo discriminaba entre dos causas, la de impago solía superar el 90%.

¿Qué motiva entonces las demandas en uno de cada cuatro casos? La estadística señala que la segunda causa conocida más frecuente es la denegación de prórroga por parte del casero al inquilino, aunque a mucha distancia de la primera. El año pasado se dieron 618 casos (un 4,6% del total). Los otros cuatro apartados de la estadística son prácticamente marginales. En números absolutos, el año pasado se produjeron 64 litigios por subarrendar o ceder la vivienda sin consentimiento del casero, 19 por no usar la casa como vivienda preferente, cuatro por realizar obras sin permiso o causar daños en el inmueble y ninguno por actividades molestas, insalubres y peligrosas.

Falta un último apartado, el segundo más numeroso en realidad, que recoge 2.470 litigios por otros motivos. Ese epígrafe, que representa un 18,4% del total de causas, engloba todos los procesos en los que los caseros o los inquilinos denuncian un incumplimiento de lo estipulado en el contrato de arrendamiento o en la Ley de Arrendamientos Urbanos y que no encajan en ninguna de las tipologías anteriores.

Cataluña dobla la litigiosidad de Madrid

La estadística del INE también desglosa los datos por comunidades autónomas. En cifras absolutas, Cataluña es el territorio donde más litigios de producen. Con 4.149 causas el año pasado, duplica los casos judicializados en Madrid, segunda comunidad en litigios con 2.060. La comunidad más poblada de España, Andalucía, fue tercera con 1.812 pleitos y en cuarto lugar, el equivalente a su peso poblacional, se situó la Comunidad Valenciana, con 1.378. Todas las demás se quedan muy por detrás de esas cifras, con Navarra (49) y La Rioja (55) como los territorios con menor conflictividad.

Sin embargo, el impago de alquileres en las comunidades con los precios más altos no supera en porcentaje como causa de litigiosidad a los procedimientos por este motivo en todas las autonomías con precios inferiores. De hecho, en Cataluña sucede todo lo contrario, ya que los impagos solo representaron en 2018 un 64,4% del total de las causas, la cifra más baja de España. También Aragón y Andalucía se sitúan por debajo de la media estatal del 76%. En la parte opuesta está Castilla-La Mancha: allí los impagos representaron el 94,2% de todos los litigios por arrendamiento de vivienda.

Fuente: El País