Los principales institutos económicos alemanes han volcado su pesimismo acerca de la marcha de la primera economía europea en su informe de otoño. Los expertos rebajan el crecimiento al 0,5% para este año respecto al 0,8% proyectado anteriormente para una economía dirigida a la exportación y debilitada en tiempos de sacudidas globales. Piden además a Berlín que prescinda del venerado schwarze Null y se permita recurrir al déficit presupuestario, en el caso de que el enfriamiento económico que padece el gigante alemán se recrudezca.

“Aferrarse al déficit cero como un fin en sí mismo sería un error fundamental. Ahorrar justo cuando la economía se debilita solo incrementa los problemas”, indicó durante la presentación del informe en Berlín Claus Michelsen, al frente de las proyecciones del Instituto de Investigación Económica de Berlín (DIW). “La industria alemana está en recesión y eso está impactando a los proveedores de servicios de las empresas productoras”, estimó Michelsen, quien atribuyó el crecimiento actual al consumo privado impulsado por acuerdos salariales y beneficios fiscales. Los institutos no consideran sin embargo que la actual situación requiera un gran paquete de estímulos fiscales porque creen que lso mecanismos existentes son suficientes.

Tras una década de bonanza, la economía alemana se encuentra al borde de la recesión después de que el PIB germano cayera una décima en el segundo trimestre del año. Las turbulencias internacionales, incluida la guerra comercial y el Brexit, son la principal causa de la debilidad de una economía enfocada al comercio exterior.

“La adhesión al déficit cero el año que viene no debe ser un dogma. Los conceptos antiguos no resultan útiles a la vista de los desafíos actuales”, estimó al hilo de la publicación del documento de los institutos Joachim Lang, al frente de BDI, la federación de Industrias alemana. “La política fiscal debería utilizar todo el margen de maniobra disponible para adaptarse a los tiempos más difíciles en una fase temprana. Sería prudente empezar ahora a elaborar un programa inmediato para reforzar la inversión privada y pública.”, añadió.

El déficit cero es uno de los compromisos que la coalición de Gobierno de Berlín (conservadores y socialdemócratas) se autoimpuso por escrito en el documento de Gobierno con el que sellaron su alianza hace dos años. El partido conservador de Angela Merkel, la CDU, mantiene la aversión a la deuda como una seña de identidad, que tiene previsto afianzar en el próximo congreso del partido en noviembre, según confirman a este diario fuentes parlamentarias. El ministro de Finanzas, el socialdemócrata, Olaf Scholz, es, como su predecesor, Wolfgang Schauble, un firme defensor de los presupuestos sin déficit.

Los institutos alemanes citan de nuevo la volatilidad internacional como causa, en concreto el conflicto comercial entre Estados Unidos, China y la Unión Europea, con consecuencias negativas para la inversión en todo el mundo y en particular en Alemania. Incluyen también el cambio estructural y los desafíos del sector automovilístico como otro de los motivos.

Contrataciones en la construcción

Respecto al empleo, los institutos detectan cierto impacto de la desaceleración en la industria, pero matizan que en el sector de la construcción continúan las contrataciones. Pronostican un crecimiento del empleo de 380.000 puestos para este año. La tasa de desempleo, prevén, crecerá del 5% al 5,1% en 2020.

Para el año 2020, la proyección de crecimiento de los institutos alemanes asciende al 1,1% frente al 1,8% proyectado anteriormente y para 2021 se prevé una cierta recuperación del crecimiento que ascendería al 1,4%. Además del DIW, el Instituto Ifo, el de Investigación Económica de Halle (IWH), el de Essen (RWI) y el de Kiel (IfW) participan de este diagnóstico conjunto del que se nutre a su vez el Gobierno alemán para elaborar sus propias proyecciones previstas para fin de mes.

Scholz consideró el miércoles que Berlín está preparada en caso de crisis económica, pero descartó un escenario tan dramático como el de la debacle financiera de 2008. De momento, solo hay “una ralentización del crecimiento”, dijo Scholz.

Fuente: El País