La pasada semana fue el INE el que puso cifras al impacto que el proceso independentista en Cataluña tuvo en el turismo. Entre octubre y diciembre se perdieron 229.000 turistas extranjeros, la gran mayoría en Barcelona, y eso fue lo que provocó en gran medida que España no lograra superar los 82 millones de visitantes. Esta mañana, el barómetro del sector hotelero en España, elaborado por las consultoras Magma Hospitality Cosulting y STR, ha puesto cifras al efecto que tuvo en la cuenta de resultados de los hoteles en Barcelona. En el trimestre que se inició con el referéndum del 1 de octubre, los ingresos por habitación disponible en Barcelona, el principal indicador de rentabilidad de los hoteles, cayeron un 10,8% en octubre, un 12,3% en noviembre y un 23,9% en diciembre. “Eso supone que los hoteles dejaron de ingresar 14 euros por habitación disponible al día. Si se tiene en cuenta la planta hotelera (480 hoteles y 39.000 habitaciones), el impacto global es de 50 millones de euros”, apuntó Javier Serrano, responsable de STR para la Península Ibérica.
Ese fue el único lunar de un año histórico para el turismo en España, en el que llegaron 81,8 millones de turistas extranjeros, lo que tuvo un impacto directo en la industria hotelera. Todos los indicadores de rentabilidad alcanzaron máximos históricos. La ocupación se situó en el 74,6% del total, con un alza del 0,4%, mientras que la tarifa media diaria creció un 8% hasta los 114,4 euros. “Los hoteles están vendiendo las habitaciones 20 euros más caros que en los niveles más altos alcanzados antes de la crisis en 2007”, precisó Serrano. ¿Por qué los precios crecen mientras que la ocupación se estancó? Bruno Hallé, socio de la consultora Magma Hospitality Consulting, consideró que las principales razones han sido el reposicionamiento de la oferta hacia colectivos de un mayor poder adquisitivo y la fidelización del turismo familiar. En el primer caso pone como ejemplo la moratoria para la construcción de hoteles en Canarias, con la única excepción para establecimientos de cinco estrellas, mientras que subraya la importancia del segundo en la lucha con los mercados competidores. “Hemos afianzado el segmento del turismo familiar en España. Ya es difícil que se vayan a otros mercados con niveles de seguridad inferiores, como Turquía o Egipto”, remarcó.
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Pese a alcanzar máximos históricos, los precios de los hoteles en España siguen estando por debajo de la de otros países de nuestro entorno, como Francia, Italia e incluso Grecia. Mientras que la media de precios de los hoteles españoles fue 114 euros por día con un nivel de ocupación del 74,6%, las tarifas en Italia fueron de 143 euros y en Francia de 118 euros. En ambos casos la ratio de ocupación no superó el 70%. “No necesitan grandes crecimientos de ocupación porque llevan muchos años vendiendo producto”, apuntó Serrano para justificar la diferencia con España. En el caso de Grecia, la ocupación ha crecido con fuerza hasta llegar al 72,3% del total, lo que ha tirado hacia arriba el precio medio hasta los 114 euros.
Las previsiones que manejan para este ejercicio son muy optimistas. En concreto, el barómetro prevé un crecimiento del 8% en los ingresos por habitación disponible para España en 2018, mientras que augura que la ocupación apenas se incrementará medio punto, reconfirmando la tesis de una apuesta por un turismo de mayor poder adquisitivo. En paralelo prevé que se produzca un regreso del “turismo prestado” en estos ejercicios a los destinos de los que salieron como Egipto, Túnez o Turquía y una reducción de la oferta de los apartamentos turísticos, como consecuencia de las nuevas regulaciones de las comunidades autónomas.
Fuente: Cinco Días