Llegan las vacaciones y mientras muchos piensan en su escapada a la playa, los inversores tienen puesta la mirada en los dividendos. Los meses de junio y, especialmente, julio están marcados en rojo en el calendario, pues son los elegidos por las cotizadas para premiar la fidelidad del accionista. Las más rezagadas echan mano de agosto y septiembre para repartir parte del beneficio entre los inversores. En las próximas semanas, 24 empresas han confirmado que cumplirán con el pago de los cupones al accionista. A ellas se suman las que como Telefónica, Bankinter, Mapfre o Ebro Foods ya lo han hecho y las que como Naturgy y BME prevén efectuarlo, pero que de momento no han confirmado la fecha.

En total, este verano las cotizadas españolas desembolsarán 7.700 millones –en el cálculo se incluyen los 1.000 millones ya repartidos por Telefónica el jueves 20 de junio y los 354 millones de Mapfre, Bankinter y Ebro Foods–, un 8% más que los 7.100 millones que se repartieron el año pasado. Juan José Fernández Figares, director de análisis de Link Securities, apunta a que este incremento se debe a que las compañías han mantenido el pay out (porcentaje de beneficio que reparten en los accionistas) en un escenario de mayores beneficios. Esto se ha traducido en un incremento de los dividendos por acción. De las 24 cotizadas que han anunciado sus pagos, 17 lo elevan, frente a cinco que lo mantienen sin cambios y dos que lo bajan. No obstante, el importe final a desembolsar a lo largo del verano se verá recortado ya que algunas siguen recurriendo a la estrategia del scrip dividend para reducir la salida de dinero de caja a la vez que reconocen la lealtad del accionista y evitan el mal trago de anunciar la suspensión del dividendo.

Isabel Sánchez, analista de Arquia Profim Banca Privada, afirma que “la búsqueda de ingresos se ha convertido en una necesidad para el inversor de perfil más moderado” y aquí es donde los dividendos juegan un papel destacado. El problema es que no todo sirve. “En un entorno de desaceleración, con unos tipos de interés en niveles históricamente bajos, con la presión constante de las tensiones geopolíticas y unas valoraciones bursátiles, en general, bastante ajustadas, a la hora de invertir en Bolsa creemos que es fundamental buscar calidad en los negocios”, remarca la experta.

Como es habitual, las empresas que más dinero abonarán en términos absolutos son las grandes cotizadas como Iberdrola (1.300 millones), Endesa (1.058 millones) y Repsol (790 millones). Es decir, energéticas con ingresos recurrentes y una gran base accionarial. Una de las grandes ausencias de este verano es Santander, que acordó en la última junta general de accionistas efectuar dos pagos con cargo a los resultados de 2019 frente a los cuatro que tenía acostumbrado hasta el momento. El dividendo con cargo a 2018 se cerró en mayo con la entrega de 0,065 euros por acción. El consejo prevé anunciar el dividendo a cuenta de 2019 tras su reunión de septiembre. En años pasados el primer desembolso del ejercicio en curso se realizaba en la primera semana de agosto.

Una de las grande sorpresas de este verano la protagoniza IAG que consigue colarse en los primeros puestos. La aerolínea tiene previsto desembolsar algo más de 1.000 millones. Esto se debe a los dos cupones que repartirá el próximo 8 de julio: uno de ellos de 0,165 euros por acción como parte del dividendo de 0,31 correspondiente a las cuentas de 2018 y un cupón extraordinario de 0,35 euros por acción. En total, entre los dos, IAG dará 0,505 euros por título frente a los 0,145 euros que repartió el ejercicio pasado, momento en el que la compañía se limitó al distribuir un dividendo complementario. Para poder acceder a él, la única condición es ser accionista de la compañía a cierre del 5 de julio.

Si bien en términos de cantidad desembolsada son las grandes cotizadas (blue chips) las que brillan con luz propia, en lo que a pago por acción respecta Acciona no tiene rival. La compañía especializada en infraestructuras para las energías renovables estrenará julio con la entrega de 3,5 euros por título, un 17% más que lo concedido en 2018, cuando repartió 3 euros por acción. Con el dividendo de este año, la empresa distribuye el 89% del beneficio entre sus accionistas. Sin embargo, ya ha concluido el plazo para comprar acciones que den derecho a este pago. La fecha límite fue el pasado 26 de junio.

Cuatro abonados al scrip dividend

El segundo puesto de la lista es para ACS, que abonará 1,45 euros por título, un 55% más que en el mismo periodo de 2018. Eso sí, este cupón emplea la fórmula del scrip dividend, una estrategia inaugurada en 2009 por Santander y a la que se sumaron muchas compañía en los años más complicados de la crisis.

A principios de año muchos especulaban con la idea de que el dividendo elección tenía los días contados después del cambio fiscal introducido por Hacienda en 2017 (la venta de los derechos en el mercado pasó a tener el mismo tratamiento fiscal que el dividendo en efectivo). Lo cierto es que siguen siendo muchas las cotizadas que recurren a esta vía. Una fórmula que consta de tres alternativas: la entrega de acciones, la venta de los derechos de suscripción preferente en el mercado o la venta de los títulos a la empresa, opción última que equivale a cobrar el dinero en efectivo. La cotizada entrega por defecto las nuevas acciones por lo que los inversores que persigan el efectivo pueden recurrir a las otras alternativas y elegir la que más les beneficie en función de la cotización. Para ello han de estar pendientes del calendario donde se establecen las condiciones y fechas límites para cada una de las opciones. Para el dividendo de ACS, los accionistas que quieran el efectivo disponen hasta el 2 de julio para solicitar la compra de los derechos a la compañía, si no, tienen hasta el 8 para vender los derechos en el mercado.

Uno de los grandes inconvenientes del scrip dividend es la dilución que sufren los accionistas. Como solución a esto muchas compañías han procedido a amortizar las acciones. Patricia García, analista de Macroyield, defiende que esta fórmula de retribución tiene sentido sobre todo en el caso de la banca porque las exigencias de capital son cada vez más fuertes.

Junto a ACS, Repsol, Iberdrola y Sacyr son las otras compañías que premiarán la fidelidad del accionista vía scrip dividend. La tercera compañía con el pago por acción más elevado es también una energética, Enagás, que abonará el próximo 3 de julio, 0,92 euros por acción, un 5% más que el ejercicio pasado. Se trata del segundo cupón correspondiente a las cuentas del pasado ejercicio. Con cargo a los resultados de 2018 la gasista aprobó un dividendo de 1,53 euros (0,612 euros los repartió en diciembre). Una de las prioridades de la compañía según lo señalado por su presidente Antonio Llardén es ofrecer una política de retribución al accionista sostenible y atractiva. Así en 2020 se compromete a incrementar un 5% su dividendo y un mínimo del 1% anual durante el periodo 2021-2023.

CAF ocupa el cuarto puesto en cuanto a mayor dividendo por acción del verano se refiere. El fabricante de trenes, que retribuirá a los accionistas el 5 de julio, repartirá 0,765 euros brutos por acción, mejorando el importe repartido hace un año. Para poder optar a este pago, los inversores tienen hasta el próximo día 2 para poder comprar acciones de la compañía y optar así a este pago. En los últimos tres años, CAF ha aumentado el dividendo en un 7,93%, según Bloomberg.

Endesa, además de ser una de las compañías que hace un mayor desembolso, se sitúa en la parte alta de la tabla de dividendos por acción, con un cupón de 0,73 euros brutos por título que pagará el próximo 2 de julio. La eléctrica tiene una de las rentabilidades por dividendo más altas del Ibex. Concretamente, del más del 6%.

Fuente: El País