Garantizar la sostenibilidad, la eficiencia y la competitividad de la compañía. Este es el triple reto de Iberdrola. El Plan de Innovación 2018-2022 está alineado con otros tres vectores, los que rigen el proceso de transición que vive el sector: más energía renovable, más redes y más inteligentes y un cliente más conectado. Unas tendencias que la empresa considera “oportunidades” para sus actividades. “Las redes eléctricas de hace diez años eran las mismas que diseñaron Tesla y Edison. Hoy, sin embargo, no las reconocerían”, detalla Agustín Delgado, director de Innovación, Sostenibilidad y Calidad de Iberdrola. “Vivimos una revolución en el modelo energético. Para ello no hemos escatimado en recursos, que han crecido alrededor de un 240% en esta década. Un esfuerzo que nos ha convertido en la energética española más innovadora”.

La digitalización es, junto a la innovación, el otro catalizador que acelera los cambios en el ecosistema de la empresa. “Hoy el éxito depende de la capacidad para anticiparnos y responder de forma ágil a las nuevas oportunidades que ofrece la digitalización. Para mantener el liderazgo tenemos que crear el futuro y el futuro es ahora”, explica Agustín Delgado. Sus inversiones están en sintonía. Hasta 2017, la compañía ha invertido 5.600 millones en esta transformación digital. En los próximos cuatro años, se estima una inversión de 4.800 millones para mejorar la gestión de sus activos, pulsar las redes inteligentes y crear soluciones innovadoras para el cliente. Todo ello, ayudándose de la analítica de datos y la inteligencia artificial.

“Haber llegado a ser la eléctrica más innovadora algo tendrá que ver con nuestra forma de trabajar. Distinguimos varios niveles de actuación. La innovación incremental se centra en buscar más calidad de servicio, más competitivo y más sostenible. Es decir, la aspiración a la máxima eficiencia de nuestros activos. Nuestra relación entre número de empleados y los megavatios/hora producidos encabeza el ranking mundial”, explica el directivo.

Pero la energética no solo mira hacia dentro, sino que también observa las tendencias: ¿qué está cambiando? ¿Y cómo puede adaptarse? La mejor forma, consideran, es apoyarse en otras compañías que hacen cosas distintas e invertir en ellas a través de Perseo, su fondo de capital riesgo.

“Además, desde nuestra Unidad de Prospectiva Tecnológica, coordinada con universidades y proveedores, tratamos de anticiparnos a las futuras necesidades de la sociedad. Por ejemplo, ahora trabajamos en la electrificación del calor, porque las calderas actuales para calefacción tienen sus días contados”, añade Delgado.

Otro ejemplo es su proyecto Star, a través del que ha digitalizado su red eléctrica con el objetivo de prepararla para futuros servicios. Iberdrola ha instalado 11 millones de contadores inteligentes que han requerido 2.000 millones de euros.

“La tercera de las tendencias es la personalización de la oferta para cada cliente, dotándolo de mayor protagonismo y capacidad de interacción”, explica Delgado. Las soluciones energéticas personalizadas ya son muchas: Planes a tu medida, para gestionar su consumo conforme a sus necesidades; Energy Wallet, que permite comprar paquetes 100% renovables desde el móvil; Smart Home, si se quiere administrar la energía del hogar desde dispositivos inteligentes; Smart Solar, como impulso al autoconsumo con la instalación de paneles solares y baterías; y Smart Mobility, una solución de reserva y carga del vehículo eléctrico. En los próximos cuatro años, Iberdrola prevé contar con 25.000 puntos de recarga operativos.

También, sin tardar, se lanzará un nuevo plan global de seguridad de tecnologías de la información y ciberseguridad, con el objetivo de garantizar los procesos críticos de un modo eficaz, mejorando el control de acceso a la red, la seguridad de los datos y aumentando la prevención de intrusiones.

Por segundo año consecutivo, en 2018, Iberdrola ha sido incluida en el top de las 12 corporaciones europeas que mejor trabajan con startups, siendo la única española seleccionada del sector energético. También recibió el premio especial Startup Procurement Award. Y desde 2008 su programa Perseo ya ha incorporado a más de 2.000 empresas emergentes a su ecosistema.

En 2018 las inversiones realizadas en I+D+i fueron de 267 millones de euros, un 8,5% más que en 2017. Precisamente, sus partidas presupuestarias la convierten en la tercera empresa de energía de Europa, según la clasificación anual de la Comisión Europea.

Traza neuronal al servicio del ciudadano

El despliegue de la red eléctrica inteligente va a permitir incorporar la traza neuronal para ofrecer un mejor servicio al ciudadano. Se trata de un cambio de paradigma, en el que las redes inteligentes aportan más y mejor información, permitiendo optimizar los gastos en los servicios municipales y el ahorro y la eficiencia energética de las ciudades. El trabajo de Iberdrola en este ámbito se centra en cuatro áreas estratégicas con el objetivo de tener una ciudad inteligente, desde la perspectiva de la red de distribución eléctrica. Las cuatro áreas son la movilidad eléctrica, las infraestructuras de redes, la eficiencia en el uso de la energía y la sensibilización ciudadana.

Murcia se ha convertido en el primer Ayuntamiento de España en suscribir con Iberdrola un convenio de colaboración para el desarrollo e implementación del proyecto smart city.

Fuente: El País