La probabilidad de resultar ganador del ‘Gordo’ de la Lotería de Navidad es de una entre 100.000, es decir, de 0,00001. Pero si la estadística (y diosa Fortuna) sonríe se abre un abanico de posibilidades para rentabilizar el dinero a largo plazo. Amortizar hipoteca o invertir suelen ser las opciones más recurrentes. ¿Qué hacer y qué no hacer? He ahí una cuestión a intentar resolver en las siguientes líneas:

La fiscalidad, clave para amortizar. Tener una hipoteca y que te toque el Gordo de la Lotería de Navidad parece la combinación perfecta. Liquidar una de las mayores deudas que se puede contraer con el banco suele ser lo primero que pasa por la cabeza cuando se recibe un premio millonario. Sin embargo, los expertos advierten que amortizar hipoteca no siempre es lo que más conviene. Hay que analizar las diferentes variables que entran en juego para saber con certeza si compensa o no adelantar el pago del préstamo.

La cuestión fiscal es decisiva. Si se tiene derecho a la desgravación fiscal en el caso de haber adquirido la vivienda habitual antes del 1 de enero de 2013, entonces se puede aplicar la deducción del 15% de las cantidades aportadas sobre un máximo de 9.040 euros anuales. La devolución en la declaración de la renta será de hasta 1.350 euros. Si se tiene un perfil conservador, esta opción es la mejor, dado que hoy día ningún producto financiero sin riesgo promete tal rentabilidad.

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Pero aligerar o eliminar la deuda hipotecaria no es interesante cuando no hay incentivo fiscal y en un momento en que los tipos de interés y el euríbor están tan bajos. Cuando las rentabilidades de las inversiones superan el coste de financiación es recomendable mantener la hipoteca.

«Si tenemos la hipoteca al 4% y podemos obtener una rentabilidad del 1% con el dinero, pues es mejor amortizar. Pero si la hipoteca la tenemos, gracias a la eliminación de las clausulas suelo, a tipos casi de 0% y la rentabilidad a obtener es del 1%, es mejor no adelantar pagos». explica EFTA España.

Depósitos, una opción segura. Una opción 100% segura es destinar el dinero a un depósito a plazo fijo, que permite recuperar el capital más los intereses y reinvertir más adelante en otro producto. Pero hay que tener en cuenta que las imposiciones a plazo fijo no se encuentran en su mejor momento y las rentabilidades medias están en mínimos, rondando el 0,10%. Hay alternativas de inversión más rentables, aunque asumiendo más riesgo.

La renta variable, el activo más rentable a largo plazo. Los analistas no dudan en señalar a las Bolsas como el activo más rentable de inversión en el largo plazo, pero también advierten del riesgo. Desde Almiral Gestión señalan que “todo aquel que disponga de un capital que no vaya a necesitar a 5-7 años vista debería plantearse seriamente invertirlo en Bolsa”. Sin embargo, no hay que olvidar que esta inversión tiene una característica que provoca rechazo y miedo: su volatilidad. “Por mucho que estudios demuestren que la renta variable es lo más rentable, siempre y cuando el horizonte del inversor sea el adecuado, son una minoría los inversores que se benefician de sus bondades”, apunta la firma.

Fondos de inversión para canalizar el ahorro. Sólo una minoría de fondos de inversión es capaz de batir a sus principales índices de referencia a largo plazo. Por ello, es necesario hacer un esfuerzo para buscar cuáles son los mejores o entender muy bien qué filosofía tienen. Normalmente, esa búsqueda se ve recompensada con mayores rentabilidades. “En este sentido, si se quiere beneficiar de rentabilidades con una volatilidad reducida, habría que buscar los mejores fondos mixtos con mejor ratio Sharpe”, comentan en Almiral Gestión.

Desde EFTA advierten que antes de contratar un producto de inversión, lo primero es analizar el nivel de riesgo que se está dispuesto a asumir. «Desconfía siempre de productos que ofrecen altísimas rentabilidades sin asumir grandes riesgos, ya que riesgo y remuneración van de la mano. En todo caso, ten en cuenta que no existe el producto financiero perfecto, sino que depende del perfil de riesgo de cada ahorrador».

Huir de la renta fija. También es bueno saber qué no hacer si toca la Lotería de Navidad. En términos de inversión, conviene huir de la renta fija tradicional, puesto que con el panorama de subida de tipos actual la tendencia de las rentabilidades es al alza (precios a la baja).

Por otro lado, no hacer una planificación financiera adecuada, emprender en negocios sin experiencia o invertir en productos que no comprendemos, son una garantía de pérdidas permanentes de capital a largo plazo, aseguran los expertos.

Fuente: El País