Un geofísico en la presidencia de Cepsa, para explorar la Tierra (sus mercados, en concreto) en busca de nuevas formas de financiar las inversiones de la petrolera de origen español y capital abudabí. Musab­beh Al Kaabi (47 años) tiene una extensa carrera en el sector petrolero en Emiratos Árabes Unidos, de propiedad estatal casi por definición.

Sustituye de hecho en el puesto al ministro de Energía de los Emiratos, Suhail Al Mazrouei, como prometió el accionista único, el fondo de Abu Dabi Mubadala Investment Company, en el folleto de su salida a Bolsa, en busca de algo más de independencia, al menos aparente. Aunque la OPV acabó anulándose, la promesa se hizo realidad el pasado 20 de noviembre.

Al Kaabi sigue siendo además consejero delegado de la división de petróleo y petroquímica de Mubadala, desde donde supervisa el desarrollo y la gestión de su cartera de activos internacionales de petróleo, gas y petroquímica.

En 1996 se tituló en Ingeniería Geofísica por la Escuela de Minas de Colorado (EE UU), una universidad pública considerada entre las mejores en ingeniería de minas a nivel mundial. Además, tiene un máster en Geociencias Aplicadas a la Exploración y Producción de Hidrocarburos por el Imperial College de Londres (Reino Unido).

Luego trabajó 16 años en la petrolera estatal Abu Dhabi Oil Company (Adnoc) ocupando diferentes cargos, hasta ser nombrado director de exploración. Precisamente, Cepsa ha llegado este año a un acuerdo con Adnoc gracias al cual ha obtenido una participación del 20% en un nuevo contrato de exploración y producción en Abu Dabi. Es una concesión de 40 años, por la que ha invertido 1.500 millones de dólares (1.300 millones de euros al cambio actual).

Ghiath Ajlani, director de marketing técnico para Oriente Próximo de Seabed Geosolutions –especializada en sismología marina–, tuvo de jefe a Al Kaabi en Adnoc. A nivel personal, dice en el perfil de Linkedin del nuevo presidente de Cepsa: “Como todos los que conocen bien a Musabbeh saben, es ciertamente uno de las personas más corteses, sofisticadas, educadas, sinceras y elocuentes que se pueden encontrar”.

En 2013, Al Kaabi entró en Mubadala Petroleum, la petrolera propiedad del fondo Mubadala Investment, primero como jefe de crecimiento, luego como CEO y ahora como presidente. Y en mayo de 2017 fue nombrado CEO de petróleo y petroquímica de Mubadala Investment. También fue el año pasado cuando entró en el consejo de Cepsa. Todo un entramado de inversiones y empresas que refleja la intrincada estructura empresarial y política de los Emiratos.

Su excolega Aljani le define como el “ejemplar y completo geofísico y profesional que logró hábilmente en un periodo relativamente corto de su joven carrera hacer importantes logros y contribuciones al negocio de la gestión geofísica y petrolera en Abu Dabi”.

“Sus habilidades técnicas de categoría mundial en ciencia y aplicaciones de geofísica”, añade, lo colocan “en el grupo de élite de geofísicos de categoría mundial del Golfo.”

Al Kaabi es además vicepresidente del consejo de Nova Chemicals, una química canadiense propiedad de Mubadala, así como consejero de la gasista emiratí Dolphin Energy, la petrolera japonesa Cosmo Energy Holdings y la austriaca Borealis, todas ellas en manos del fondo soberano abudabí.

Como presidente de Cepsa, Al Kaabi tendrá que enfrentarse a la caída del precio del petróleo y la debilidad del dólar, que han afectado a los resultados de los primeros nueve meses del año: su beneficio neto ajustado se redujo un 23,4%, alcanzando los 530,4 millones de euros, frente a los 692,2 millones del mismo periodo de 2017. A pesar de eso, su cifra de negocio fue de 18.351 millones de euros, un 20% superior al año anterior. En paralelo, las inversiones de la compañía han elevado la deuda de los 1.802 millones de euros del año pasado a los 2.915 millones actuales.

La salida a Bolsa de Cepsa, suspendida sine díe a tres días de su estreno en octubre, pretendía financiar precisamente estas inversiones, pero no llegó a cubrir la demanda –aspiraba a captar entre 1.700 y 2.300 millones–. Ahora se han abierto otras posibilidades de financiación: por ejemplo, la emisión de bonos por valor de 500 millones de euros, que está negociando con las agencias de calificación.

Al Kaabi tiene por delante también el reto de la transición energética, para la que Cepsa ha tomado posiciones con la entrada en el sector de las renovables. Como geofísico, domina tanto el interior como el exterior de la Tierra, y su enormes posibilidades energéticas.

Fuente: Cinco Días