El fabricante de coches japonés Nissan ha reconocido este lunes que falsificó algunos resultados de los exámenes anticontaminación de modelos de las fábricas instaladas en Japón. Las mediciones relativas a las emisiones de gases y a los tests de uso de carburante no fueron efectuados según el «protocolo establecido» y los informes de inspección estaban basados en valores alterados, según indicó Nissan en un comunicado, después de trasladarlo a las autoridades niponas. Pese a esto, la empresa asegura que la mayoría de sus vehículos (a excepción del GT-R, un coche deportivo de la marca) sí que cumplen con los datos de los catálogos y las medidas de seguridad marcadas.
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Según las informaciones ofrecidas por la propia compañía, las revelaciones surgen de los controles iniciados en septiembre de 2017, después de que se lo pidieran las autoridades japonesas. Señala que han detectado «una mala conducta llevada a cabo para los vehículos producidos en sus plantas de producción de vehículos nacionales y los de sus afiliados».
Nissan asegura que informó los hechos actuales y los resultados de la investigación al Ministerio de Tierras, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón. Nissan, socio de Renault, no precisó en ese documento el número de vehículos involucrados ni la duración, en meses o años, durante los cuales usaron estos métodos ilegales.
Nissan entra así de lleno en el escándalo de las emisiones, que se destapó en 2017 cuando Estados Unidos descubrió que el fabricante alemán Volkswagen había usado un software ilegal para falsear los controles en laboratorio de miles de coches. La empresa europea sigue todavía inmersa en diversos juicios e investigaciones que han llegado afectado también a otras de sus marcas, en especial Audi.
Nueva investigación
La compañía explica que está llevando a cabo «una investigación completa y exhaustiva de los hechos», incluidas las causas y los antecedentes de la mala conducta, que no especifica. «Nissan ha contratado a la principal firma de abogados japonesa, Nishimura y Asahi, para llevar a cabo una investigación centrada en las causas e implementará las contramedidas apropiadas en función de los resultados», se compromete.
Pese a esa «mala conducta», la empresa señala que «tras la nueva verificación de datos de registro fiables, Nissan ha confirmado que todos los vehículos producidos, a excepción de GT-R», cumplen con las normas de seguridad japonesas y también «que los valores de medición medios de aprobación de los vehículos de Nissan garantizan las especificaciones del catálogo» para las emisiones de tubos escape. Además, asegura que ha vuelto a verificar los datos de registro para confirmar que todos los modelos sujetos a pruebas «garantizan las especificaciones del catálogo de Nissan para el ahorro de combustible, lo que significa que no hay errores en las cifras de ahorro de combustible reveladas por Nissan».
Fuente: El País