El mantra de que los tipos subirán y la rentabilidad de la banca, a través de su margen de intermediación –lo que se embolsan entre el coste al que prestan el dinero y al que ellas lo consiguen–, volverá a su cauce se repite desde hace meses.

Pero mientras tanto la mirada de los directivos del sector se dirige hacia las comisiones. Por servicios y por comercialización de productos, con especial atención a los fondos de inversión.

La industria de la inversión colectiva en España se ha disparado un 120% desde el mínimo de diciembre de 2012 (122.328 millones de euros en fondos españoles), hasta los 268.727 millones del pasado mes de febrero. Un nuevo récord histórico.

La situación en el resto del mundo es similar. Pero un informe sobre el sector elaborado por la consultora Oliver Wyman –encargada de diseñar los famosos test de estrés a los que sometió la banca española en septiembre de 2012– y Morgan Stanley, que puede consultarse en la edición online de CincoDías, hace saltar las alarmas. Ni mucho menos son tiempos de vino y rosas para la inversión colectiva.

Una plataforma como Amazon, que elimine los intermediarios, provocaría un gran descenso de los precios

“No se deje engañar por el aumento del patrimonio, que creció un 13% el año pasado; los ingresos subieron cuatro puntos porcentuales menos”, advierte el informe. El aumento de los costes del sector y la creciente competencia que proviene de la gestión pasiva son dos de los misiles en la línea de flotación de su rentabilidad.

Un crecimiento del patrimonio más débil y la presión continua sobre las comisiones obligarán a las gestoras a reducir sus costes, según el estudio. “En el peor de los casos, podría forzarse una reestructuración mucho más radical”, sentencia.

El número de gestoras de fondos de inversión y sociedades de inversión de capital variable (sicavs) registradas en la CNMV se sitúa ahora en 113. Apenas ha habido disminución desde las 120 de 2008, unos meses después de que el Ibex tocara su máximo histórico, cerca de los 16.000 puntos, allá por noviembre de 2017.

Al contrario. Se han lanzado, y con un gran éxito, nuevas firmas como azValor, creada en octubre de 2015 y que cuenta ahora con más de 1.220 millones de euros solo en fondos españoles. También Cobas AM, registrada en febrero del año pasado y bajo la batuta del estelar Francisco García Paramés, ha sido un éxito, con cerca de 1.600 millones solo en carteras nacionales. No se computan los activos que tienen en productos domiciliados en Luxemburgo.

La línea roja de los 500 millones de activos bajo gestión como importe mínimo para ser viable está indudablemente cuestionada. Más de las mitad de las gestoras de fondos que recoge Inverco, la asociación del sector en España, tiene bajo administración menos de ese importe.

Pero la nueva regulación propulsada por la directiva Mifid 2, operativa en Europa desde enero, elevará los gastos. Por ejemplo, el coste de asumir el pago del análisis, cuando así se haga, y las inversiones requeridas para afrontar las nuevas exigencias de trazabilidad y transparencia. Además, el eventual desembarco de nuevos modelos de distribución puede poner en jaque los ingresos de la industria.

“En un caso extremo podríamos ver el surgimiento de una plataforma al estilo de Amazon (…) dirigida directamente a los inversores finales”. Este escenario, absolutamente diferente al actual, en el que impera un control férreo de los fondos por parte de la industria bancaria de la distribución “llevaría a una mayor transparencia de los precios, que irían hacia porcentajes similares a los que cobra Vanguard en los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés), pero en la gestión activa. “La disminución estimada de los ingresos de la industria llegaría hasta el 50%”, sentencia el informe. En España, la comisión de gestión media roza el 1%, según los datos de Inverco, cuando la de los ETF se sitúa en la mayoría de los casos por debajo del 0,4%. El máximo legal es el 2,25%.

Calidad y no cantidad

La nueva regulación europea introduce máxima transparencia y promueve la competencia. Los seis grandes bancos españoles –Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter– controlan a través de sus gestoras más del 55% del patrimonio.

Pero las grandes redes irán perdiendo comba en favor de los mejores gestores. Estos resistirán mejor la presión sobre las tarifas. Los clientes estarán dispuestos a pagar más, siempre y cuando se les ofrezca un comportamiento mejor al de los índices de referencia (alfa positivo, en la jerga). En caso contrario, optarán por la gestión pasiva.

Otras claves de la inversión colectiva

Eficiencia. Morgan Stanley y Oliver Wyman consideran que la gestión de los datos aún representa del 10% al 20% de los costes totales de las gestoras. “Estimamos que la automatización y la externalización pueden proporcionar unos ahorros a la industria de alrededor del 30%”, asegura el informe.

Ventajas de escala. De entrada, las gestoras de mayor tamaño sacan partido de las economías de escala en distribución y que son más eficientes a la hora de cambiar o diversificar sus modelos de negocio. Pero, ojo, la tecnología supondrá un desafío para esta ventaja. Los clientes comenzarán a premiar, además, la excelencia en la gestión.

Plantillas. El informe explica que los avances tecnológicos conllevarán un número importante de implicaciones. “En el largo plazo darán lugar a cambios fundamentales en la configuración de la fuerza de trabajo de la gestión de activos”, según el informe de Oliver Wyman y Morgan Stanley. “La automatización y la externalización de habilidades concretas llevarán probablemente a un menor número de trabajadores”.

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Fuente: El País