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París había amenazado seriamente con hacerlo y ahora lo ha hecho: el Ayuntamiento de la capital francesa ha denunciado ante la justicia a las plataformas Airbnb, Paris Attitude y Wimdu por no cumplir el requisito de registrar ante el consistorio las viviendas privadas que ofrecen en alquiler.

Según el Ayuntamiento que dirige la socialista Anne Hidalgo, de las casi 60.000 viviendas que propone Airbnb en París, solo el 16,1% hace figurar de manera correcta en el anuncio en las webs donde se ofrecen el número de registro obligatorio desde el 1 de diciembre pasado. Esta es una medida adoptada para intentar controlar que las viviendas no superen el máximo de 120 días por año que la ley permite alquilar de forma temporal la residencia principal de sus dueños, en un intento de evitar la competencia con los alquileres profesionales.

El Ayuntamiento ha esperado exactamente cuatro meses para ver si las plataformas hacían caso de su advertencia. Según un comunicado emitido este jueves, “si bien varias plataformas cumplen ya la ley, otras han optado por no respetarla y mantener en línea los anuncios que no incluyen ningún número de registro o un número manifiestamente erróneo”. Es el caso, “especialmente”, subraya el Ayuntamiento parisino, de Airbnb, “cuyo director general en Francia ha afirmado públicamente que la plataforma no iba a respetar la reglamentación”, agrega el escrito.

La cita ante la justicia ha sido fijada para el 12 de junio. El Ayuntamiento espera, según ha adelantado, que el tribunal de París ordene a las plataformas respetar la normativa so pena de una multa de 1.000 euros por día de retraso. También solicitará que se imponga otra multa de 5.000 euros por infracción y por día en el caso de aparición de nuevos anuncios sin el número de registro.

El responsable de vivienda del Ayuntamiento de París, Ian Brossat, asegura en una entrevista en Le Parisien que la capital francesa no es la única en dar este paso. “En San Francisco, donde el sistema de registro es el mismo, Airbnb aceptó retirar 4.800 anuncios, es decir, el 50% de la oferta”.

Según Brossat, otras plataformas, como leboncoin.fr o booking.com cumplen ya con la normativa y, en el caso de Booking, incluso ha retirado de su plataforma que no estaban dispuestos a regular la situación. “¡Esto hace que la actitud de Airbnb sea más inexcusable!”, sostiene.

La plataforma ha replicado manifestando su “decepción” por la decisión del Ayuntamiento y ha reprochado a París crear reglas «complejas» más adaptadas a profesionales que a particulares. En una declaración, rechazó también las acusaciones de la Alcaldía, asegurando que “ha adoptado una serie de medidas para ayudar a que funcione el registro”, entre otros informando por correo a los dueños de los pisos parisinos y especificando los requerimientos en sus páginas de información. Según Airbnb, la ciudad de París, además de imponer en su opinión normas que van más allá de lo que dicta la Unión Europea, “no respondió” a su oferta de mediación.

“Airbnb está trabajando con ciudades de todo el mundo para elaborar normas claras y medidas progresivas (…) incluidas Londres, Berlín o Lisboa. Continuaremos animando a París a seguir ese ejemplo”, agregó.

La alcaldía alega que el control del alquiler turístico de pisos privados se hace necesario debido a la escasez de viviendas en París. En cinco años, afirma el Ayuntamiento, la ciudad ha perdido al menos 20.000 viviendas, “la mayoría transformadas en pisos turísticos amueblados, alquilados por noche o por semana durante todo el año, y que son así viviendas que no están ya a disposición de los parisinos”.

Fuente: El País