Una oda al libre comercio. Néstor Popolizio, ministro de Relaciones Exteriores de Perú, defendió el pasado viernes a capa y espada la integración regional, los acuerdos bilaterales e internacionales y los mecanismos de la Organización Mundial del Comercio ante el proteccionismo y la incertidumbre alimentada por las guerras comerciales. «Perú reafirma su propensión por la apertura de los mercados, que ha sido el motor crecimiento» del país, dijo el político en una charla con el director de EL PAÍS América, Javier Moreno, durante el Foro Perú en la agenda global, organizado por EL PAÍS y patrocinado por Ferrovial y Telefónica con la colaboración de Casa de América.

España es el principal socio comercial de Perú en la UE, el primer inversor a nivel global y el país que más recursos destina a proyectos de cooperación. «Perú ha demostrado tener solidez (…). Creemos que hay grandes oportunidades para hacer grandes cosas», dijo durante el acto Bernardo Quinn, consejero delegado de Telefónica HispAm Sur, quien participó en una mesa redonda junto a Alejandro de la Joya, consejero delegado de Cintra (Ferrovial Autopistas). Quinn explicó que Telefónica, que lleva 25 años en el país, continúa su alianza con Facebook, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina para llegar a los seis millones de peruanos (en un país de 32 millones) que todavía carecen de conexión. «Ojalá lleguemos a la mitad de esta población en el próximo año y medio», dijo. De la Joya confirmó que el país todavía tiene un déficit en infraestructuras que frena su crecimiento. «Pero creemos que este gobierno, y los anteriores, están en la senda correcta», matizó.

Perú avanzó en los últimos años por encima del promedio regional, engrosó su clase media y se convirtió en uno de los motores de la región andina. Las estimaciones hablan de una tasa de crecimiento del PIB cercana al 4% en 2018, mientras el presidente del Banco Central del país sudamericano acaba de anunciar esta misma semana que la inversión pública superará los 20.000 millones de euros entre 2019 y 2020. En este escenario, el canciller Popolizio afirmó que el potencial de los acuerdos bilaterales entre España y Perú no ha sido explotado del todo. «Aún es muy poco para la potencialidad del mercado español y lo que ofrece», dijo, «que da para superar los 2.500 millones de dólares en comercio bilateral». El ministro, quien tildó las relaciones entre los dos países de «magnífica» y aseguró que el mercado interno «necesita las empresas españolas», dijo que las negociaciones para evitar la doble imposición tributaria seguirán avanzando para ofrecer mayor estabilidad al capital privado.

Pero no todo son oportunidades para las 400 empresas españolas que cuentan con oficinas en Perú y los nuevos actores que se planean entrar en el mercado. La tasa de trabajo informal, que ronda el 70%, las bolsas de pobreza en algunas áreas del país y la corrupción —Perú se convirtió en uno de los epicentros del escándalo de la constructora Odebrecht— son algunos de los principales desafíos a los que se enfrenta el Gobierno sudamericano liderado por Martín Vizcarra. Y, fuera de las fronteras, se sigue cerniendo el fantasma del autoritarismo . «El ejemplo más evidente es la dictadura en Venezuela, que ha desatado una gran crisis que afecta a todo Latinoamérica», dijo Popolizo antes de recordar que Perú y los países del grupo de Lima apoyan al presidente interino Juan Guaidó y confían en que se encuentre una solución pacífica al conflicto.

«Nos preocupa cómo Venezuela puede afectar al entorno», aseguró De la Joya, quien añadió que Cintra quiere involucrarse más en el país andino. «A futuro vamos a invertir. Estamos viendo proyectos de aeropuertos, carreteras… Queremos ser inversores, además de constructores», dijo. En este escenario, China y sus empresas mastodónticas representan un gran desafío, al poder financiarse a tasas de interés muy competitivas. «Crea preocupación a corto plazo», admitió De la Joya. El directivo reconoció que el caso Odebrecht fue un freno en el sector de la construcción, pero aseguró que no repercutirá si se toman las medidas adecuadas y elogió los esfuerzos del Gobierno peruano para acabar con la corrupción y los problemas de «tramitología».

Fuente: El País