Matthias Mueller,consejero delegado del grupo VolkswagenMatthias Mueller,consejero delegado del grupo Volkswagen AFP/Getty Images

El actual consejero delegado de la automovilística Volkswagen, Matthias Müller, no ha protagonizado ningún escándalo que se conozca desde que fue nombrado en su cargo, a finales de 2015.

Antes al contrario, Müller ha pilotado la resurrección del grupo automovilístico, tras el escándalo del dieselgate, y lo ha colocado en la primera posición en ventas del mundo, por delante de Toyota, con más de 10,7 millones de vehículos vendidos. Si los consumidores no confiaban en los coches Volkswagen tras la introducción de un software que manipula las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos diésel, lo cierto es que ya han recuperado la fe.

Desde el punto de vista económico, Müller ha conseguido también que la empresa duplique beneficios en 2017, con 11.354 millones de euros. Ni siquiera las provisiones para los arreglos del dieselgate o los programas de recompra de vehículos en EEUU han podido con esta solidez financiera. Y a su contrato le restan aún dos años.

¿Por qué parece que Volkswagen le va a relevar en beneficio de Herbert Diess, actual responsable de la marca homónima? Y decimos “parece” porque solo hay una críptica nota de la compañía asegurando que se están barajando cambios en la cúpula de la estructura y que Müller “estaría dispuesto a colaborar con ellos”. Los analistas no ven “ninguna espoleta que haya detonado el cambio”, explican los consultados, sorprendidos por la noticia.

Y sin embargo, puede ser que haber limpiado las cañerías del dieselgate haya dejado más de un cadaver por el camino. Puede que los actuales responsables se hayan tenido que ensuciar demasiado las manos y que la automovilística necesite un nuevo comienzo ahora que enfila sus esfuerzos hacia una movilidad más limpia. O puede que haya sido el propio Müller el que quiere quitarse de en medio. Incluso algunos medios mencionan peleas entre las familias propietarias, Porsche y Piëch.

Diess es un foráneo, un directivo que estaba en BMW mientras se fraguaba el dieselgate y lleva como medalla que, en los dos años que ha ejercido su cargo en VW, ha conseguido recortar 5.000 millones de euros en gastos en la enseña para hacer rentable a la más damnificada por el escándalo de las marcas del grupo.

Y esto, pactando la salida ordenada de más de 30.000 trabajadores, negociación mediante. Tiene el apoyo de los sindicatos, cosa que Mueller no por su alta remuneración y su desdén hacia su labor y los representantes de los trabajadores han ganado dos puestos más en el consejo de supervisión. Puede ser el perfil sin mácula que el grupo necesita.

Y puede que Müller no sea el único sino que la reorganización afecte a todas las cabeceras de la automovilística. La ruleta de los cargos está girando ya.

Los movimientos, para España

Los movimientos en España
Idioma: español. El presunto nuevo consejero delegado de Volkswagen, Herbert Diess, habla español perfectamente, idioma que aprendió durante sus años de trabajo en la empresa de componentes Bosch.
Y Seat. Para sustituir a Diess, se perfila Jurgen Stackmann, otro viejo conocido de la industria en España. Fue presidente de Seat entre mayo de 2013 y noviembre de 2015. El escándalo de las emisiones llevó al directivo a la dirección de Marketing de Volkswagen.
García Sanz. Suerte distinta corre el directivo español encargado de negociar las compensaciones y arreglos del dieselgate, que ha renovado por cinco años más.

Fuente: Cinco Días