El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que Portugal cerró 2017 con el mayor crecimiento del siglo, un aumento del PIB del 2,7%, una décima más de lo previsto por el Gobierno y lo mismo que había estimado la Unión Europea después de varias rectificaciones al alza. No por esperada la cifra —tras 15 meses de fuertes crecimientos— es menos alentadora para la economía del país, ya que la mitad de esa subida se debe al gran comportamiento de las exportaciones, que crecieron un 10,1% y que supone el mayor peso en el PIB en los últimos 17 años, aunque también subieron mucho las importaciones (12,5%), lo que agrava el déficit comercial.
En la reacción a la cifra oficial, el Ministerio de Finanzas, dirigido por Mário Centeno, ha destacado que el crecimiento económico es «socialmente más equitativo», con una creación de empleo (161.000 más) y un bajón del desempleo hasta el 8,1%. La oposición de la derecha se ha felicitado por esas cifras mientras que los socios a la izquierda del Gobierno inciden en aprovechar la buena marcha de la economía para aumentar el gasto social.
Para este año las previsiones no son tan optimistas, ya que tanto el Gobierno como Bruselas prevén un crecimiento menor, en torno al 2,2%, y una estabilización del desempleo, algo menor al 8%, así como del déficit, en torno al 1%.
El balance final del PIB coincide también con otro récord, el número de turistas recibidos, que superó los 23 millones en los hoteles, en un país con 10,3 millones de habitantes. El crecimiento ha sido del 8,9% respecto al año anterior. El número de noches en estos establecimientos también subió un 7,5%.
Fuente: El País