Primark aterrizó en España en 2006 y tenía al cierre del pasado ejercicio (que terminó el 31 de agosto) 44 tiendas. Son solo tres locales más que al año anterior. Las tiendas de esta cadena se sitúan en el segmento de la moda low cost. La apertura de tres en un año supone una expansión más contenida que en sus primeros años tras el desembarco. Entre 2006 y 2013 abrió 40 tiendas. Ahora avanza con locales más seleccionados y de mayor tamaño.

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En total, tiene 5.721 empleados en España, un tercio de ellos con contrato temporal. Los ingresos de la empresa irlandesa ascendieron en el mercado español a 1.472 millones. Es un 7,5% más que en el ejercicio de 2016, y de lejos, la menor subida en cinco años. Entre 2012 y 2013 sus ventas se dispararon un 40%, al calor de las nuevas aperturas de la empresa. Al año siguiente, un 36%. Y los dos últimos años había mantenido crecimientos de doble dígito, del 17,2% en 2016. La subida en 2017 es más modesta, del 7,5%, en un ejercicio complicado en general para el sector textil y con solo tres tiendas nuevas.

«Este incremento es principalmente resultado del efecto de la apertura de las nuevas tiendas en Palma, Granada y Tarragona», explica en el informe de gestión que acompaña las cuentas entregadas en el Registro Mercantil. Primark se consolida como la segunda mayor cadena de ropa de España por facturación. Inditex, con ventas de 4.129 millones en España, sigue imbatible.

Primark frena su crecimiento en España pero dispara los beneficios

La evolución de los beneficios es más llamativa. Año a año las ganancias han ido creciendo progresivamente, excepto en 2016, cuando bajaron de golpe un 41,4% hasta los 23,3 millones. El año pasado, sin embargo, se dispararon: suben un 161% y se sitúan en 61,1 millones de euros. ¿El motivo? Principalmente, rebajan con fuerza sus gastos de explotación (pasan de 264 a 235 millones de euros). Se debe al capítulo de «servicios exteriores», en el que gastan 30 millones menos. No especifica de qué se trata, pero es probablemente un pago intragrupo, ya que las filiales funcionan como franquicias. Con ese tipo de gastos, es difícil saber si el beneficio de la empresa se ajusta o no a la marcha del negocio en España.

Fuente: El País