El grupo automovilístico PSA, que integra las marcas Peugeot, Citroen, DS, Opel y Vauxhall, ha presentado esta mañana en Madrid «Electrificación: aquí y ahora», la estrategia global de electrificación de la compañía que le llevará a que en 2025 todos sus modelos tengan una versión eléctrica o híbrida enchufable. Antes de alcanzar ese hito, la compañía se convertirá en el primer fabricante que tendrá una versión eléctrica en cada una de sus tres plantas productivas en España en 2020: el Opel Corsa se hará en Figueruelas (Zaragoza), el Peugeot 2008 en Vigo y otro modelo, que aún no se conoce, se hará en la planta de Villaverde (Madrid), tal y como ha reconocido Juan Antonio Muñoz Codina, director general industrial de PSA en España y Portugal.

La principal novedad presentada esta mañana es que a esos tres modelos se les unirá en España la nueva generación de seis vehículos comerciales ligeros electrificados que se producirán en Vigo, con los que en 2021 PSA ya producirá nueve coches eléctricos en España. En términos globales, el grupo ya comercializa nueve versiones eléctricas, llegará a las 23 en 2021 y cerrará el círculo en 2025, cuando todos sus modelos contará con una versión eléctrica o híbrida enchufable.

Un cambio en el que el fabricante tendrá que adaptarse a las nuevas normativas medioambientales, que establecen un ambicioso calendario de reducción de emisiones del 50% para la próxima década. «Tendremos que ser darwinianos y adaptarnos, con una reducción de las emisiones del 5% cada año. Es la regla de oro que nos hemos impuesto. No solo para evitar las multas por incumplimientos, sino por razones éticas. Es algo en los que estamos muy comprometidos», ha señalado Alexandre Guignard, director mundial de la unidad de negocio de Vehículos de Bajas Emisiones de PSA.

Un despliegue por la electrificación que ha sido bien recibido en algunos mercados y que le ha permitido al fabricante alcanzar una cuota media del 7% de este segmento respecto al total de sus ventas. En el caso de España, el porcentaje es sensiblemente inferior, debido en gran medida, según PSA, a la ausencia de un programa público de ayudas para la compra de estos vehículos, por lo que reclamó su urgente puesta en marcha. «Si solo hablamos de precio, es más alto que el de un vehículo de combustión. Sin incentivos fuertes es muy difícil compensar ese sobrecoste», ha subrayado Christophe Mandon, director general de Comercio de PSA en España y Portugal. Sin embargo considera que si se tienen en cuenta todos los costes y no solo el de compra, el precio de un vehículo de combustión y uno eléctrico se iguala a los cuatro años de vida del vehículo o tras recorrer 60.000 kilómetros.

El fabricante aprovechó el acto para presentar las dos plataformas multienergía que les permitirá fabricar en una misma cadena de montaje vehículos gasolina, diésel, eléctricos o híbridos enchufables. «Ya tenemos 10 fábricas en Europa con ambas tecnologías y hemos empezado a instalar en China. Con ellas, podemos adaptarnos a la demanda de los clientes de forma automática. Será el mercado el que determine el mix y nosotros podremos responder a la demanda», ha subrayado Guignard.

 El único lunar en esa estrategia es la ausencia de un fabricante de baterías, lo que obliga a importarlas de Asia. Un dato nada baladí teniendo en cuenta que representa el 40% del coste del vehículo. Para tratar de minimizar ese impacto, PSA ha montado un taller de ensamblaje de baterías en la planta de Vigo, que a su vez dará servicio a las de Zaragoza y Madrid, a la espera de ver cómo evoluciona la demanda. «En cualquier caso, el taller a Figueruelas no llegará al menos hasta el primer trimestre de 2021», ha concluido Codina

Fuente: Cinco Días