El expresidente de Bankia Rodrigo Rato ha pedido al tribunal que investiga la salida a Bolsa de Bakia su absolución ya que «BFA y Bankia era entidades financieras complejas organizadas según los más altos estándares que no fueron criticadas en ningún momento por el regulador y supervisor. Todas las decisiones fueron contrastadas y las tomamos en consonancia con el regulador y supervisor. Es bueno recordar que la regulación bancaria no es una regulación mercantil sino administrativa».

En su alegato final,  Rato ha expresado que «los administradores de BFA-Bankia no hemos tenido otro objetivo que la defensa del interés de nuestros accionistas» y ha achacado el colapso de la entidad a la crisis y los cambios regulatorios.

«Ha quedado atestiguado que durante los 17 meses hubo tres cambios regulatorios consecutivos y distintos, los aplicamos de manera correcta según la opinión del regulador y supervisor. Además hubo tres test de estrés que superamos en las tres ocasiones. Somos conscientes de que la razón por la que se ha producido el juicio son las decisiones tomadas por el consejo de administración que nos sustituyó, pero el consejo ha dicho aquí y dijo entonces delante de la CNMV y del regulador y el mercado, que las tomaba por razones de futuro y en base a cambios regulatorios de futuro. La crisis financiera fue mucho peor en 2012, 2013 y 2014. Hoy en 2019 Bankia en relación a su balance vale menos que cuando salió a Bolsa, y por ello pido la absolución», ha concluido.

Rato ha sido el único de los acusados que ha decidido hacer uso del alegato final o última palabra. Después de diez meses desde que iniciara la vista oral del juicio por la salida a Bolsa de Bankia hoy el proceso ha quedado visto para sentencia tras la exposición de las conclusiones definitivas de la defensa de BFA (matriz de Bankia), la última que faltaba por intervenir, y el alegato final de alguno de los acusados. Tras 74 sesiones, han declarado 34 acusados (31 personas físicas y 3 jurídicas), 57 testigos y 20 peritos judiciales.

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Precisamente, tras los testimonios y pruebas practicadas en las sesiones, la Fiscalía decidió el pasado mes de julio ampliar su escrito de acusación y añadió un presunto delito de falsedad contable al ya contemplado de estafa a inversores. Así, Anticorrupción elevó el número de personas acusadas de 4 a 14 y la pena que pide para cada una de ellas, salvo para Francisco Verdú (exconsejero delegado) que le retiró el cargo de presunta estafa a inversores. La Fiscalía consideró que las cuentas individuales y consolidadas de la entidad, desde la fusión entre las siete cajas que dieron lugar a Bankia ocultaban deterioros conocidos por los administradores. “El conocimiento y decisión de falsear es evidente. Consideramos que fue buscado de propósito la falsedad y la idoneidad para provocar perjuicio», señaló la fiscal encargada del caso, Carmen Launa, en una de las sesiones de exposición de conclusiones definitivas del Ministerio Público.

De esta forma, Anticorrupción pide 8,5 años de prisión para Rodrigo Rato; cinco años para José Luis Olivas (ex vicepresidente de Bankia); cuatro años de para José Manuel Fernández Norniella (exconsejero); y un año y seis meses para Francisco Verdú (ex consejero delegado), los principales acusados por el caso.

Igualmente, acusa al exdirector general financiero y de riesgos de Caja Madrid y Bankia Ildefonso Sánchez Barcoj para el que pide dos años y medio; al socio auditor de Deloitte Francisco Celma (dos años de prisión); al interventor de Bankia Sergio Durá (entre uno y dos años); y al exdirector de auditoría interna de Bankia Miguel Ángel Soria Navarro (entre uno y dos años).

Asimismo, acusa a los exconsejeros Alberto Ibáñez (entre nueve meses y un año y medio de prisión); Araceli Mora (un año sustituible por multa); Remigio Pellicer (un año sustituible por multa); y José Rafael García Fuster (un año sustituible por multa).

Fuente: Cinco Días