La compra de Hispasat por Red Eléctrica Corporación es la primera de una serie de decisiones estratégicas que acometerá el presidente de la compañía, Jordi Sevilla, en diversificación, internacionalización y búsqueda de nuevos socios que cambiarán la configuración del grupo. Hay que tener en cuenta que Red Eléctrica ya es algo más que la transportadora y operadora del sistema eléctrico español. Hispasat, adquirida a Abertis por 949 millones de euros, se sumará a las otras tres patas del grupo: Red Eléctrica de España; Reintel, que gestiona el negocio de las redes de fibra óptica, y Red Eléctrica Internacional (REI), que opera redes eléctricas en Perú y Chile.

El proyecto de Sevilla, que accedió a la presidencia del grupo en julio, busca hacer crecer las tres patas, un objetivo definido en el plan estratégico 2018-2022. Hispasat no será una inversión financiera como algunos podrían pensar, tras circular el rumor de que el Gobierno habría obligado a Red Eléctrica a hacer esta adquisición.

Los planes del presidente pasan por acelerar el crecimiento de Hispasat, que tiene siete satélites, distribuye 1.250 canales de televisión y cuya facturación creció un 17%, de 201 a 235 millones de euros, entre 2013 y 2017. «Nuestra idea es introducir a Hispasat en nuevos segmentos de negocio, a través de nuevos tipos de satélites, los medios y bajos», explica el propio Sevilla. Se busca ampliar su presencia en sectores distintos de las televisiones (el 60% del negocio), por ejemplo, en los servicios a móviles, el Internet en zonas remotas o a barcos y aviones. «Los servicios de Internet a zonas remotas que estamos prestando en España tienen aún más posibilidades en Latinoamérica», aprecia Roberto García Merino, director de diversificación de negocio.

Hispasat recibirá viento de cola. La industria de satélites, según García Merino, «presenta una demanda creciente por el crecimiento exponencial del consumo de datos». Según la SIA (Satellite Industry Association), su facturación subió de 122.000 a 261.000 millones de dólares entre 2011 y 2016 en el mundo.

La segunda pata del grupo llamada a crecer es Reintel, la filial de fibra óptica en la que, según Sevilla, «tenderemos a expandirnos en Latinoamérica, dado que en España hay más limitaciones». La empresa, con 33.000 kilómetros de fibra, los últimos adquiridos a Adif en 2014, ha tenido contactos para comprar la red de Correos, que no fructificaron. Con redes eléctricas en Chile y Perú, el grupo quiere hacer crecer el área internacional —en redes eléctricas y de telecos— a través de REI, a la que se han asignado 1.000 millones para invertir hasta 2022.

«Vamos a buscar oportunidades, no solo en Perú y Chile, sino también en Brasil y EE UU», prevé el presidente de Red Eléctrica. Sevilla cree que en el área internacional habrá sinergias comerciales entre Hispasat y Reintel. «En Perú o Chile, la fibra óptica funciona solo en las ciudades; en el campo tenemos que utilizar el satélite». Esto da a la compañía la posibilidad de ofrecer un paquete integrado a sus clientes. El grupo está preparando, además, el lanzamiento de una nueva empresa tecnológica «que se centrará en la innovación, la atracción de talento y la inversión en start-up», agrega.

En paralelo a estos planes, la sociedad tratará de capitalizar estas compañías con la entrada de nuevos accionistas que, además de aportar capital, colaboren en su expansión. «Queremos incorporar un socio industrial a Hispasat, una idea que ya comenté al Gobierno», explica Sevilla. «Nos basta con el 51%». Lo mismo quiere hacer en Reintel, que podría salir a Bolsa. O en REI, la internacional. En todas, el objetivo es incluir a socios estratégicos, no financieros. Estos proyectos de capitalización incluyen también a Red Eléctrica de España, por exigencia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que va a exigir una serie de ratios de apalancamiento más estrictos.

En Red Eléctrica esperan que la entrada de Hispasat contribuya, junto con Reintel y REI, a configurar una corporación con mayor peso en el mercado y menor en el área regulada. «Calculamos que el área no regulada crezca desde el actual 5% hasta más del 15%. Algo similar pasará con la internacionalización, que podrá subir al 20%», estima García Merino. «Nuestro objetivo es crear una Red Eléctrica más fuerte y equilibrada, compaginando el riesgo regulatorio con el de mercado», asegura Sevilla. No oculta que la apuesta por negocios más expuestos al mercado «se explica en parte por la reducción de la retribución fijada por el regulador para los operadores de redes». Esta reducción del 6,5% al 5,58% mermará los ingresos de la compañía, que ha crecido bastante estos años, desde los 1.758 a los 1.948 millones entre 2013 y 2018, un 18,9%, lo que podría llevar incluso a una reducción del dividendo.

Transición energética

Pero su negocio de operación del sistema no pasará a un segundo plano. Red Eléctrica de España se llevará el 53% de las inversiones previstas en el plan estratégico. La compañía tendrá que adaptarse a las exigencias de la transición energética en España. «Habrá que aumentar la infraestructura para integrar las renovables, ya que habrá producción en sitios donde ahora no hay nada», señala el presidente. Hacen falta más kilómetros de red, conexiones y subestaciones. Pese a que los 949 millones incrementarán la deuda, casi de 5.000 millones en 2017, Sevilla no se muestra preocupado: «Nuestros ratios seguirán siendo muy aceptables y, además, no creo que vaya a haber subida de tipos».

No parece, sin embargo, que los planes de la compañía hayan gustado a inversores y analistas. La acción, que había escalado de 15 a 20 euros desde el pasado abril, cayó al conocerse la compra de Hispasat el 12 de febrero, y el plan estratégico, el día 20. Red Eléctrica, que ahora está sobre los 19 euros, perdía fuelle mientras el Ibex subía. La mayor parte de las casas bursátiles han señalado su desconcierto por la compra de Hispasat, no entienden bien el encaje en el grupo lo que, unido a la caída de retribución, llevó a que muchas recomendaran mantener o vender. Para García Merino, son dos negocios muy parecidos, el grupo tiene una experiencia de casi 30 años en diversificación y, además, la operadora de satélites fue barata. «La compramos a un ebitda del 8,3%, cuando la media en el mercado es de 9%». Y no se muestra preocupado con la bajada de las últimas semanas, ya que «seguimos en una valoración de 19 euros, que es muy interesante para una empresa como la nuestra».

Fuente: El País