Renfe se prepara para desembarcar en Francia. El consejo de administración de la empresa ferroviaria se reúne este lunes para dar luz verde al plan con el que pretende conseguir operar dos líneas y avanzar en sus objetivos de internacionalización. En concreto, van a aprobar el plan que ha arrancado con la petición los permisos de competencia, seguridad y gestión. El objetivo es que el primer paso sea para operar con recursos propios dos corredores de alta velocidad: Lyon-Montpellier y Lyon-Marsella, según ha avanzado la Cadena Ser a primera hora de la mañana. Para eso, Renfe va a abrir una oficina en Lyon, desde la que gestionará el desembarco galo, previsto para 2020.

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Si el plan fructifica, no será la primera vez que Renfe ponga un pie en Francia, pero sí la primera que lo haga sin ir de la mano con el operador francés, la empresa SNCF. Con ella tiene alianzas bilaterales que le permiten operar de forma conjunta algunas líneas que cruzan la frontera, como la conexión ferroviaria Barcelona-París o el trayecto a Toulouse. La idea ahora de Renfe sería operar por libre dos corredores franceses en alta velocidad, con recursos propios y trenes fabricados por Alstom de la serie S100 y que ya están homologados allí.

Los corredores de Lyon son solo el primer paso de un objetivo más ambicioso: llegar a París. Sin embargo, estos permisos y licencias son más complejos de lograr, por lo que se quedan para una segunda fase. También de cara a futuro la empresa pública ferroviaria española quiere lograr la homologación de otros trenes de alta velocidad, la serie 106, que son más eficientes y permiten transportar a más pasajeros. Esto sin embargo, es un proceso que tarda varios años en finalizarse.

Renfe lleva tiempo tratando de poner en valor la experiencia que le otorga operar uno de los servicios de alta velocidad más amplios del mundo. Ha hecho varias incursiones en el extranjero (la más importante, la del AVE del desierto, entre Medina y la Meca, que ya está operativo). También se han presentado a otros concursos públicos y privados en Estados Unidos. 

En paralelo, la empresa se está preparando en España para el fin del monopolio en el que ha trabajado en el transporte de pasajeros. La liberalización del mercado español, prevista para 2020, implicará el ingreso de al menos dos operadores más y la creación de un mercado de bajo coste todavía desconocido para el sector ferroviario español. «Es una oportunidad y un reto», dijo la semana pasada el presidente de Renfe, Isaías Táboas, en el marco de la jornada Sector Ferroviario: Liberalización y Mercados Internacionales, organizada por Cinco Días.

La operadora avanzó que quiere doblar el número de horas de circulación del AVE (los que más circulan en la actualidad llegan a 2.500 horas) e impulsar el segmento low cost hasta que pese por el 20% en los resultados de Renfe. Además, dentro de sus planes, también destacó que se marca como meta un crecimiento del 33% y una clara apuesta por la internacionalización, ya que pretende que el 10% de sus ingresos procedan de su presencia internacional, un objetivo en el que el desembarco en Francia sería clave.

Fuente: El País