Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.121 millones de euros en 2017, un 22% más que los 1.736 millones que logró el grupo petrolero en 2016, según ha comunicado este miércoles la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La petrolera ha conseguido este resultado pese a contabilizar un deterioro de los activos en Venezuela por importe de 716 millones de euros y un impacto negativo inicial de la reforma fiscal de Trump de 406 millones, en parte compensados por la reversión de provisiones en Reino Unido.
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En un escenario de precios bajos de las materias primas, la compañía alcanzó el mayor resultado neto de los últimos seis años. El grupo que preside Antonio Brufau ha afrontado «de manera satisfactoria» la coyuntura y aprovechar la leve recuperación de los precios del crudo y del gas a partir de junio. De esta forma, el beneficio neto ajustado creció un 25%, hasta los 2.405 millones de euros, frente a los 1.922 millones de 2016.
El resultado del área de Upstream (exploración y producción) se situó en 632 millones de euros, 12 veces el obtenido en el ejercicio anterior. A este aumento contribuyeron las medidas adoptadas en su plan de sinergias y eficiencias, el reinicio de la actividad en Libia y la subida de los precios internacionales de referencia.
En cuanto al Downstream (refino, marketing y comercialización) el resultado, de 1.877 millones de euros, se mantuvo en línea con los de ejercicios anteriores, lo que referencia a esta división de negocio como gran generador de caja de la compañía.
Durante el año, las áreas de Refino, Marketing, Trading y Gas & Power y Perú aumentaron sus resultados, el área de Lubricantes incrementó sus ventas y el área de Química mantuvo la robustez de los dos últimos años.
La compañía ha contabilizado un deterioro de 716 millones en Venezuela
La empresa explica que la buena marcha de los negocios se tradujo en una subida del 29% del resultado bruto de explotación (Ebitda), que, con 6.723 millones de euros, logra el mejor dato del último quinquenio.
Repsol ha aprovechado la buena evolución del negocio para contabilizar un deterioro de 716 millones en sus activos en Venezuela. Con ello, la exposición patrimonial al país suramericano queda reducida en el balance de Repsol a 1.480 millones de euros. Repsol también ha sufrido un impacto contable inicial de 406 millones negativos por la reforma fiscal en Estados Unidos impulsada por el presidente Donald Trump, debido a la reevaluación de los créditos fiscales derivada de la rebaja del tipo impositivo. No obstante, la compañía considera que el efecto a medio y largo plazo de dicha reforma es positivo sobre el valor de sus activos en EE UU. Esos impactos negativos se han visto compensados parcialmente por la reversión de provisiones en Reino Unido, de modo que los resultados específicos o no recurrentes de 2017 quedaron en 388 millones negativos, según ha informado la compañía.
Menos deuda
En paralelo, la compañía redujo su nivel de deuda un 23%, hasta situarla en 6.267 millones de euros al cierre del ejercicio.
La ejecución del programa de sinergias y eficiencias generó cerca de 2.400 millones de euros de ahorro, con lo que Repsol batió las expectativas y superó un año antes de lo previsto el objetivo que se había fijado para 2018 en el Plan Estratégico, que era de 2.100 millones de euros.
La gestión de la compañía y el cumplimiento y superación de los objetivos anunciados al mercado tuvieron un impacto directo en las valoraciones de las agencias de rating, que mejoraron de forma unánime sus valoraciones. Asimismo, la acción de Repsol experimentó una revalorización anual del 10%, que se eleva hasta el 46% en los dos últimos ejercicios.
Por otro lado, en el mes de mayo la compañía emitió un bono verde certificado, con el que se convirtió en la primera empresa de su sector en el mundo en utilizar este tipo de activo, para financiar más de 300 iniciativas encaminadas a mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de CO2.
El grupo aseguró el objetivo de alcanzar 680 millones de barriles de petróleo diarios que se había marcado para el año 2017, a la vez que renovó sus reservas, con una tasa de reemplazo orgánica del 93%.
Durante el ejercicio, Repsol alcanzó diversos hitos en proyectos que aumentan el valor de su portafolio, incluyendo la puesta en marcha de seis nuevos activos. Así, en el mes de agosto inició la producción de gas en Juniper (Trinidad y Tobago) y en octubre comenzó en Malasia la producción de crudo del proyecto de redesarrollo del campo Kinabalu.
En noviembre empezó a producir en Sagari (Perú), de donde se extrae, aproximadamente, el equivalente a una cuarta parte del consumo peruano de gas. En diciembre, Repsol y sus socios pusieron en producción el importante proyecto de gas de Reggane Nord, en Argelia, que está previsto que alcance en el primer trimestre de 2018 su capacidad máxima de producción, 8 millones de metros cúbicos de gas al día, equivalentes al 10% de la demanda de gas en España. A esto se añade la adjudicación de bloques en países como Brasil, Estados Unidos, Bolivia y México, y el comienzo del desarrollo de Buckskin, un proyecto de gran escala situado en aguas profundas del Golfo de México estadounidense.
Además, la compañía ha tomado decisiones de inversión para los proyectos de CRD Red Emperor (Vietnam), YME (Noruega), Angelin (Trinidad y Tobago) y MLN (Argelia). En lo que se refiere a la actividad exploratoria, 2017 fue un año de grandes descubrimientos para Repsol, que añadió a su extenso bagaje dos hallazgos de gran relevancia en Estados Unidos y Trinidad y Tobago.
Venta de Gas Natural
Una vez cerrado el ejercicio 2017, el pasado 22 de febrero de 2018, Repsol llegó a un acuerdo con Rioja Bidco Shareholdings, una sociedad controlada por fondos asesorados por CVC, para la venta de su participación del 20,072% en Gas Natural, por un importe total de 3.816.314.502 euros, equivalente a un precio de 19 euros por acción. La plusvalía generada para Repsol ascendería, aproximadamente, a 400 millones de euros.
Fuente: El País