«Siempre he manifestado la opinión de la CEOE, no la mía». Juan Rosell, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) hasta el próximo día 21 de noviembre, ha manifestado hoy que durante su mandato de ocho años al frente de la patronal que en todo momento la opinión que ha transmitido como responsable de su cargo ha sido «lo que a la CEOE le convenía en cada momento». Aunque fue una despedida sin preguntas, en los corrillos posteriores ha admitido que su postura hubiera sido «más atrevida» y «más dura», según qué temas.

«Representar a la CEOE es buscar el máximo común denominador de todo lo que la CEOE puede aceptar», ha afirmado, tras poner de ejemplo que había partes de la CEOE que no acababan de ver clara la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que se pactó con el anterior Gobierno de Mariano Rajoy y los sindicatos. Según Rosell, aceptar la subida del SMI fue «un postulado importante» de la patronal que va tener mucha repercusión. En ese sentido, ha destacado que el citado acuerdo del SMI afecta a 200.000 personas, lo que permitirá la creación de empleo e incentivará la búsqueda de empleo a aquellos que viven de un subsidio.

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El líder empresarial, como en su momento dijo la CEOE, se mostró contrario de la subida pactada entre el Gobierno y Podemos a 900 euros este año y partidario de que la subida sea gradual. A su juicio, va a tener consecuencias negativas en la contratación pactada con las empresas y en los convenios colectivos en vigor. Asimismo, la patronal se quejó de que su hubiera llegado al acuerdo sin contar con los empresarios ni con los sindicatos. El acuerdo pactado fue de una subida del 4% para 2018 hasta 736 euros, y del 5% en 2019 y del 10% en 2020. Ese incremento tiene como condicionante que la economía crezca por encima del 2,5%.

Colaborador del Gobierno

Rosell, que ha reconocido que los primeros años al frente de la patronal fueron muy muy difíciles, también ha resaltado que ha tenido muy buena relación con los presidentes del Gobierno (José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy), «aunque no fuera pública». En ese punto, ha destacado que de la relación que con los presidentes de Gobierno, «muchas de las reuniones no se han sabido, no se han hecho públicas, frente a muchas organizaciones que lo primero que hacen es hacerse una foto».

En su opinión, «es mejor la información sensible que puedes dar», sobre todo en tiempos de crisis, aunque no hizo ninguna referencia concreta a la crisis catalana. «Nosotros durante la crisis dimos información sensible porque teníamos relación muy estrecha con Alemania, con la patronal alemana, muy estrecha también con la canciller Merkel. También lo mismo con el Gobierno italiano, menos en el caso francés».

En su intervención, además, ha resaltado que los primeros años, en los que sustituyó a Gerardo Díaz Ferrán tras una convulsa gestión de este, «fueron muy duros». No obstante, ha resaltado que deja una tesorería «muy confortable». «Me voy con 21 millones de euros en caja. Al equipo que viene le dejamos la posibilidad de hacer cosas importantes», ha añadido, tras recordar que desde su llegada en 2010 se aprobó un código ético y se hicieron auditorías, entre otras actuaciones. «Hemos dejado el barco en buena dirección con largo recorrido, queda muchísimo por hacer pero, sin duda alguna, podemos estar orgullosos de que hemos hecho un trabajo más que aceptable y seguro que los que vienen, como conocen bien la casa, van a seguir trabajando en la buena dirección», ha incidido.

La despedida de Rosell se producirá el próximo miércoles y la única candidatura para su relevo ha sido presentada por Antonio Garamendi, presidnete de Cepyme y vicepresidnete de CEOE.

Fuente: El País