
Ryanair obtuvo un beneficio neto de 1.450 millones de euros en su último año fiscal de 2017 (de 31 de marzo de 2017 a 31 de marzo de 2018), el 10% más que en el ejercicio anterior. La aerolínea irlandesa logró estos resultados pese a la ola de cancelaciones que tuvo que afrontar el pasado año por la salida de pilotos fichados por otras compañías.
La compañía de vuelos de bajo coste incrementó sus ingresos un 8%, hasta los 7.151 millones de euros, gracias, entre otros factores, al aumento del 9% en su tráfico de pasajeros, que superó los 130 millones anuales.
La aerolínea ha logrado este resultado positivo «a pesar de recortar un 3% el precio de sus tarifas», sobre todo en un año de «exceso de oferta» en Europa. Alemania, Italia y España fueron los principales mercados de la aerolínea durante el pasado ejercicio fiscal.
Fuente: El País