Ryanair no pudo evitar este viernes su primera huelga de pilotos, que tuvo lugar en Alemania. Realizaron un paro de cuatro horas que tuvo un impacto pequeño en vuelos y aeropuertos (según la empresa) pero que supone un desafío sin precedentes a la empresa. La aerolínea de bajo coste intentó evitar una serie de paros en Europa en las vacaciones de Navidad renunciando a su tradicional oposición a reconocer a los sindicatos. Esa decisión convenció a los pilotos de Irlanda, Italia y Portugal para dejar de lado las huelgas planeadas.

Sin embargo, el sindicato alemán Vereinigung Cockpit (VC) organizó una breve huelga diciendo que no creía que Ryanair hablara en serio a la hora de negociar con los sindicatos. “Esto era una advertencia, y empezamos poco a poco. Sin embargo, podemos hacer mucho más”, dijo el portavoz del sindicato Markus Wahl, descartando más huelgas hasta el 26 de diciembre.

La huelga se llegó a cabo entre las cuatro y las ocho de la mañana, cuando solo había 16 vuelos programados. Ryanair, que había pedido a los pilotos que trabajasen para llevar a los pasajeros de vuelta a casa por Navidad, dijo que 9 de sus 36 vuelos que estaban programados para las primeras horas de la mañana y que salían de Alemania se retrasaron. No hubo cancelaciones.

Puja de IAG

Por otra parte, IAG será uno de los cuatro postores para hacerse con los activos de la aerolínea austriaca Niki, filial de la desaparecida Air Berlin. El grupo que engloba a Iberia, British Airways, Vueling, Aer Lingus y la marca Level es el favorito para hacerse con la aerolínea. Si no se llega a un acuerdo con IAG es posible que la empresa fundada por el expiloto de Fórmula 1 Niki Lauda se reparta entre varios compradores.

IAG, que ya presentó en su momento una oferta por activos de Air Berlin, se hizo recientemente con los derechos de despegue y aterrizaje de Monarch en el aeropuerto londinense de Gatwick. Los administradores apuntan a un acuerdo para finales de la próxima semana en las negociaciones para la venta de Niki, después de que Lufthansa desistiera de la operación.

Fuente: El País