Banco Sabadell ha decidido impulsar su apuesta por los cajeros automáticos. Ha desarrollado un plan para renovar gran parte de su parque de cajeros con nuevas funciones e inaugurar 105 más en un año, hasta alcanzar los 3.024 en marzo de 2020. El banco invertirá en esta renovación y ampliación de sus terminales 45 millones de euros.

Se instalarán 700 cajeros nuevos (105 cajeros en oficinas, al ampliarse el número por oficina, mientras que los 595 restantes serán terminales nuevos que sustituirán a otros antiguos). Además, Sabadell añadirá funcionalidades a 1.045 cajeros existentes. El objetivo de la entidad que preside Josep Oliu “es ofrecer a nuestros clientes una red de cajeros más moderna, con más funcionalidades y que le permita disponer de canales autoservicio 24 horas del día”, explica el banco.

La entidad añade que con la inversión que va a realizar en casi un año “permitirá que nuestro parque de cajeros disponga de tecnología Contactless para utilizar con tarjetas o móviles, así como realizar reintegros a través del móvil (Instant Money) de forma más ágil y sencilla”.

El proyecto incluye la ampliación del número de oficinas cuyos cajeros automáticos permiten realizar pagos de tributos mediante lector de código de barras e ingresar efectivo a través de estos terminales, que se suman a las funcionalidades habituales de estas máquinas. Se prevé que el primer cajero y las nuevas funcionalidades se instalen el próximo mes de junio.

Tras esta renovación, el número de cajeros desplazados (los que no están en oficinas) se mantendrá en 460 como hasta ahora, incluidos en los 2.919. Aunque el banco renovará 51, que están incluidos en los 700 equipos que desarrollarán nuevas funcionalidades.

Tras el cierre masivo de oficinas y el ajuste de plantilla que se está produciendo en la banca desde que estalló la crisis financiera en 2008, los cajeros han ido ganando protagonismo en la estrategia de las entidades financieras, pese a que su número también se ha ido reduciendo. Estos terminales, con mayores funciones, sustituyen a las operaciones que realizaban antes los clientes en la denominada ventanilla de una sucursal. Se pretende así que el cliente entre menos a las oficinas, y realice más funciones en la ventanilla. En 2002 existían en España 49.876 cajeros, número que pasó a 61.714 en 2008, y a 50.000 en 2015. Ahora hay 51.391, según datos del Banco de España.

En su programa electoral Podemos pretende que haya al menos un cajero dentro de un radio de 20 kilómetros, financiado a través de un canon por la banca para la inclusión financiera y gestionado por Bankia.

Fuente: Cinco Días