El grupo francés de productos de lujo LVMH (Louis Vuitton Moët Hennesy) ha hecho llegar a la célebre joyería Tiffany & Co una oferta de compra por 14.500 millones de dólares, según ha confirmado esta mañana la compañía francesa. Según dichas fuentes, la empresa francesa, propiedad del millonario Bernard Arnault y propietaria de las marcas Louis Vuitton, Dior o las marcas de champán Moët & Chandon o Veuve Clicquot, realizó la oferta, no vinculante, a principio de mes. Por el momento, no hay respuesta, aunque según el Financial Times, será un no.

«Tras los rumores recientes del mercado, el grupo LVMH confirma que ha comenzado discusiones preliminares sobre una posible transacción con Tiffany», ha informado el grupo galo a través de un comunicado remitido a la Bolsa de París, en el que advierte de que «no hay certeza en este momento de que estas conversaciones puedan conducir a un acuerdo».

Por su parte, en los nueve primeros meses de 2019, LVMH facturó 38.398 millones de euros, lo que representa un incremento del 16% respecto del mismo periodo del año anterior.

La propuesta se interpreta como un intento del grupo francés de reforzar su presencia en EE UU y en un momento en que la mítica joyería afronta dificultades derivadas de la guerra comercial entre EE UU y China, que perjudican sus exportaciones al gigante asiático. Según informa Reuters, hace unos días presentó una oferta no vinculante. La joyería ha contratado los servicios de asesores jurídicos para estudiar la propuesta, pero no ha respondido. El Financial Times afirma, citando fuentes no identificadas, que la joyería rechazará la oferta, basándose en que no refleja el valor real de la compañía.

Según Reuters, la oferta asciende a 14.500 millones de dólares (13.000 millones de euros), por encima de la capitalización bursátil de la empresa joyera, que asciende a 11.900 millones de dólares (10.700 millones de euros), que se pagarían en efectivo. Dicha oferta valora en 120 dólares cada acción de la firma de joyas, con una prima del 22% sobre el precio de cierre del viernes pasado.

El grupo francés que dirige la familia Arnault, la más adinerada de Francia, domina el mercado del lujo mundial, con marcas como las que le dan nombre y otras como Fendi, Givenchy, Kenzo o Loewe y una facturación que alcanzó los 38.400 millones de euros en los nueve primeros meses de este año, un 16% por encima del mismo periodo del año pasado. Si se culminase la operación, reforzaría también su presencia en el sector de la joyería, en el que ya cuenta con la italiana Bulgari –por la que pagó unos 4.700 millones en 2011- y en el que se sitóa por detrás del grupo Richemont, propietario de Cartier. Sería una de las mayores adquisiciones del conglomerado francés.

Por su parte, la joyería, famosa por sus anillos de compromiso de diamantes, no pasa por su mejor momento, afectada por la guerra comercial entre EE UU y China o la fortaleza del dólar. Las rebajas de impuestos en China han lastrado las ventas de sus tiendas en EE UU y otros destinos, pues los chinos compran en casa y los turistas compran en China. Así, obtuvo un beneficio neto de 261,5 millones de dólares (236 millones de euros) en el primer semestre de su año fiscal, hasta agosto, un 8,9% menos que un año antes. Los disturbios en Hong Kong, que duran ya más de cuatro meses, también han afectado a las ventas de ambas empresas.

Pese a todo, en el último trimestre, ambas empresas han superado las expectativas. Tiffany, que tiene 300 tiendas en todo el mundo y que tiene entre sus máximos accionistas al fondo soberano qatarí, intenta entrar en un segmento un poco más joven y asequible, para competir con firmas como Pandora.

Fuente: El País