Banco Santander ha introducido una novedad en su política de remuneración a los directivos, al introducir un bonus específico lugado a la la transformación digital de la entidad. Hasta 250  ejecutivos de la entidad optarán a dicho bonus, cuyo importe está limitado a un máximo de 30 millones de euros. La retribución estará ligada a una serie de hitos en la transformación digital del banco, que se seleccionarán anualmente.

El plan será previsiblemente aprobado por la junta de accionistas, que ha sido convocada oficialmente hoy para el 12 a de abril, en segunda convocatoria. La junta se celebrará en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander a partir de las 09.30 horas.

Para 2019 el bonus digital dependerá del éxito de cinco iniciativas: el lanzamiento de una plataforma global de servicios de comercio y otra de servicios a comerciantes, la migración de Openbank a una plataforma de nueva generación y su lanzamiento en tres países, la extensión de la iniciativa SuperDigital de Brasil al menos a otro país y el lanzamiento de la aplicación para pagos internacionales basada en tecnología blockchain a clientes ajenos al Grupo. Este bonus, llamado «incentivo digital», se instrumenta en un 50% en acciones de Banco Santander y otro 50% en opciones sobre acciones.

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Junto a este plan de incentivos, el banco someterá a la junta otros aspectos de su política de retribución. Así, plantea un plan para consejeros y alta dirección, unas 300 personas, ligado a la evolución del beneficio por acción, la rentabilidad sobre fondos propios y los ratios de capital. Este plan, que se desembolsa parcialmente en diferido entre tres y cinco años y está valorado en 143 millones de euros, dentro de los que se incluye el incentivo en acciones destinado a los consejeros:, 11,5 millones de euros.

En paralelo, el banco ha destinado un plan de incentivos de segundo nivel al que optan 1.200 empleados de la entidad. Éste se abona la mitad en metálico y la mitad en acciones, y su entrega es también en diferido. El importe de este otro plan asciende a 171 millones de euros.

Los tres planes de incentivos del banco cuentan con cláusulas malus y clawback, que permiten reducir o reclamar en bonus en caso de deficiencias en la gestión de riesgos, conductas irregulares o sanciones regulatorias o judiciales.

Los accionistas, además, deberán aprobar las cuentas anuales, votar el nombramiento de Henrique Ramírez de Castro como consejero y la reelección de Javier Botín, Ramiro Mato, Bruce Carnegie, José Antonio Álvarez y Belén Romana. Asimismo, se somete a la junta la política de dividendos de la entidad. El banco ha propuesto una ampliación de capital para el pago del dividendo en acciones, una opción que la entidad sugirió la semana pasada, a pesar de que en 2018 el banco indicó su intención de regresar a los dividendos íntegramente en efectivo.

Aunque la junta ha solicitado el permiso pertinente para la operación, indica también que «podría decidir no aplicar el programa en sustitución de ningún dividendo a cuenta». El importe de la ampliación ascenderá a un máximo de 750 millones de euros.

Fuente: Cinco Días