Emilio Saracho, expresidente del Popular hasta la caída del banco el 6 de junio de 2017, ha continuado este jueves la declaración ante el juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, que investiga el caso del hundimiento del banco. Saracho ha explicado que vivían con preocupación la fuga de depósitos en las últimas semanas, hecho que precipitó la inviabilidad del banco y su venta al Santander por un euro.

A preguntas del juez, el expresidente ha comentado que el exministro de Economía, y actual vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, le pidió que informara a su departamento de las grandes fugas de depósitos. Saracho comentó este problema con la secretaria de Estado de Economía en varias ocasiones, ha dicho, según fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio, lo que le permitió conocer con detalle la terrible situación de la entidad. 

El juez también le ha preguntado si tomaron alguna medida para evitar esta sangría de dinero, a lo que el expresidente ha respondido que él no llamó a ninguno de los grandes clientes para frenar la fuga y que muchos lo hicieron porque las agencias de rating bajaron las calificaciones del banco y actuaron siguiendo sus normas internas.

En el interrogatorio del miércoles pasado, Saracho explicó que, hacia finales de mayo de 2017, mantuvo una conversación con Guindos para explicarle que era posible que el banco quebrara si no cerraba su venta. Preguntó al ministro qué debía hacer si ocurría lo peor y que la respuesta fue que se pusiera en contacto con la Autoridad de Resolución Ejecutiva (FROB) para organizar el procedimiento, según fuentes jurídicas.

Fuga de empresas públicas

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Según fuentes presentes en el caso, el interés de Calama sobre esta cuestión radica en que de los 9.685 millones que se retiraron la última semana del Popular, 3.044 millones corresponden al sector público. En los meses previos, el sector público había sido más pasivo que el privado retirando 875 millones hasta abril y 443 millones más hasta mayo, pero en los cinco últimos días duplicó el ritmo de retirada. Estos grandes descensos coincidieron con las llamadas a la calma por parte del Gobierno, el Banco de España y el propio Popular.

Saracho declaró durante tres horas y media aproximadamente y afirmó sentirse «tranquilo» al concluir su segunda y última sesión en la Audiencia. Otro de los principales asuntos del interrogatorio de hoy ha sido que el origen de las noticias y hechos que propiciaron las mayores caídas de cotización de las acciones. Uno de los temas que interesó al juez fue la coincidencia entre la comunicación a la CNMV de la reexpresión de las cuentas con la filtración de la dimisión del consejero delegado Pedro Larena, ambos hechos sucedidos el 3 de abril de 2017 y que originaron grandes caídas del valor. Saracho dijo que se debió a la ‘Ley de Murphy’, pues como la propia Comisión acredita en un informe que obra en la causa, no hubo una manipulación del mercado, delito del que está acusado este directivo.

Saracho informó a Economía de las grandes fugas de depósitos en el Popular

Por este motivo, el expresidente dijo que no se pudo retrasar estas malas noticias a después de la junta de accionistas, que se celebró el 10 de abril, con gran preocupación de los presentes y nuevas caídas del valor. Saracho ha afirmado que buscaron hacer todo lo posible para evitar malas noticias sobre el banco y que puso como ejemplo que pidieron autorización a la CNMV para no informar al mercado de que incumplían el nivel mínimo exigido de liquidez, por las fugas de depósitos, y que pidieron una inyección de dinero extra al Banco de España. 

Explicó que la reexpresión de las cuentas se anunció aquel día porque se lo exigió la CNMV, a primera hora de la mañana. Durante ese día, se filtró la dimisión de Pedro Larena, que fue sustituido por Ignacio Sánchez Asiaín, lo que motivó otro hecho relevante, también por exigencia de la CNMV. según Saracho. Las acciones del banco en esta jornada cayeron un 10%.

En cuanto a la filtración de la dimisión de Larena, en línea con lo manifestado el miércoles, ha explicado que él sabía que quería marcharse igual que lo conocían determinadas personas del consejo, si bien ha negado categóricamente haber filtrado esa noticia.

Respecto a otra noticia que provocó caídas del valor y fuga de depósitos, la publicación, en mayo de 2017, en El Confidencial, de una noticia que hablaba de la venta urgente del banco ante el riesgo de quiebra. El juez preguntó si la información era veraz y quien podía ser la fuente. Saracho ha comentado que la mayor parte de los hechos descritos eran reales aunque la forma en la que se presentó y las palabras utilizadas, «quiebra» y «venta» provocaron el miedo en los clientes. Sobre el origen, apuntó que había 250 personas que podían saber que el Popular estaba en venta y había un proceso abierto con cinco bancos interesados.  

Fuente: El País