España es un país de micro empresas (menos de 10 empleados), ya que generan el 41,2% del empleo y aportan el 25,9% del PIB de la economía. Si añadimos las pequeñas (entre 10 y 49 empleados), concretan el 59,5% del empleo y el 44% del PIB, valores muy por encima de la media europea. El reducido tamaño de estas empresas no solo limita aspectos tan importantes como la inversión en I+D o la internacionalización, por poner algunos ejemplos, sino también las condiciones en el acceso a la financiación.

Hasta cierto punto, es lógico que las micro y pequeñas empresas soporten un mayor coste en el acceso a la financiación, ya que financiarlas supone un mayor riesgo para los bancos dado que en general la información de la que disponen de estas empresas es menor y de peor calidad (la mayoría no están auditadas). Pero si ese sobrecoste es excesivo, afectará negativamente a su rentabilidad y por tanto a toda la economía, dada la importancia de este tipo de empresas.

Un estudio recién publicado en Cuadernos de Información Económica de Funcas muestra que las micro y pequeñas empresas soportan peores condiciones en el acceso a la financiación, no solo en España, sino también en la eurozona. La buena noticia es que en los últimos años, coincidiendo sobre todo con las medidas expansivas del BCE y también con la reestructuración del sector bancario, han mejorado, y mucho, esas condiciones. Así, hoy día, la diferencia entre el tipo de interés que pagan estas empresas españolas por un préstamo de menos de 250.000 euros en relación a las empresas de mayor tamaño (que solicitan créditos de más de un millón de euros) es de 82 puntos básicos. Ese diferencial contrasta con los 320 puntos básicos (cuatro veces más) en 2012.

Los datos que aporta la última encuesta del BCE sobre el acceso a la financiación de las empresas de la eurozona muestran que ha caído y con intensidad el porcentaje de empresas para las que el acceso a la financiación es su principal problema, frente a otros como encontrar clientes o hacer frente a aumentos de otros costes. En concreto, en la actualidad el acceso a la financiación es el principal problema solo para el 7,2% de las empresas españolas, nivel similar al de la eurozona. En las micro y pequeñas empresas el porcentaje es muy parecido (en torno al 8%) y solo ligeramente superior al de las grandes empresas (7%).

Si bien el acceso a la financiación ha mejorado también en las empresas más pequeñas, el tamaño supone una limitación en cuanto a la disponibilidad de préstamo bancario se refiere, ya que la diferencia entre el porcentaje de empresas que opina que ha aumentado la disponibilidad y el que opina lo contrario es de 16,8 puntos en las micro empresas, frente a 33,5 puntos en las medianas y 41 puntos en las grandes.

Un rasgo preocupante que destaca el mencionado informe es que salvo en las grandes empresas españolas, en el resto de tamaños predominan las empresas que declaran que la banca ha aumentado las comisiones, siendo mayor el aumento entre las micro y pequeñas empresas. En la misma línea, las empresas reportan que la banca cada vez exige más garantías, siendo de nuevo las micro empresas las que más sufren esa exigencia. Por tanto, si bien hay más crédito y a menor tipo de interés, las condiciones se han endurecido en lo que a aportar activos de garantía y pagar comisiones se refiere. Este es un resultado que está en sintonía con el creciente peso que las comisiones tienen en los ingresos de los bancos españolas, en un contexto en el que la caída de tipos hasta niveles muy reducidos ha afectado negativamente a su margen de intermediación.

Además, la experiencia de la crisis todavía está muy presente en la gestión de los bancos, que ahora son más adversos al riesgo y se protegen del mismo exigiendo más garantías para evitar las desagradables sorpresas del pasado reciente, en el que el valor de esas garantías (sobre todos las inmobiliarias) se esfumó en gran parte, hasta el punto de llevar a algunas entidades al rescate.

Un indicador de la encuesta del BCE que sintetiza muy bien la mejora en el acceso a la financiación que se ha producido en los últimos años es la diferencia entre el porcentaje de empresas que opina que los bancos están más dispuestos a dar crédito y el que opina justo lo contrario.

El último dato muestra que esa diferencia es de 38 puntos en España, por lo que predominan claramente las empresas que consideran que los bancos han aumentado su disposición a dar financiación. Las diferencias por tamaño empresarial son acusadas, siendo esa diferencia en las micro empresas 20,5 puntos inferior al de las grandes. La diferencia entre una micro y una pequeña empresa es ya importante (9,2 puntos menor en la micro), mientras que el salto a las medianas es inferior. Por tanto, pasar la barrera de los 10 empleados supone un salto importante en la mejora de la financiación, ya que aumenta sustancialmente la predisposición de los bancos a dar préstamos a las empresas.

En resumen, la mejora en el acceso a la financiación de los últimos años es un rasgo común a todas las empresas, con independencia de su tamaño. No obstante, la intensidad de la mejora ha sido menor en las más pequeñas (las micro de menos de 10 empleados), que son las que más empleo aportan a la economía española. En algunas de las características de la financiación, pasar la barrera de los 10 trabajadores supone una mejora sustancial de las condiciones financieras, de ahí la importancia de implementar medidas que eliminen algunas de las barreras que existen al crecimiento empresarial (laborales, fiscales, administrativas, etc.).

 Joaquín Maudos es Catedrático de la Universidad de Valencia, director adjunto del Ivie y colaborador del CUNEF

Fuente: El País