Telefónica  registró un beneficio de 837 millones de euros en los tres primeros meses del año, un 7,4% más que en el mismo periodo del año anterior. No obstante, la operadora redujo un 7,2% su cifra de negocios, hasta los 12.190 millones de euros, debido al impacto desfavorable del tipo de cambio de las divisas en las que opera, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

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El grupo que preside José María Álvarez-Pallete logró reducir su deuda un 9,8% en esos tres primeros meses del año, hasta los 43.975 millones de euros, siendo la primera vez desde hace cuatro años que consigue aminorar su endeudamiento en un primer trimestre del año.

El resultado bruto de explotación (oibda) se redujo en un 3,9%, hasta los 3.864 millones de euros, lastrado también por el efecto cambiario. En concreto, las divisas del otro lado del Atlántico han lastrado en 8,6 puntos porcentuales el crecimiento interanual de los ingresos y en 9,2 puntos porcentuales el oibda. Descontando el efecto divisa y otros extraordinarios como la venta de su negocio de torres de telecomunicaciones Telxius, Telefónica mejoró un 1,9% los ingresos y un 3,3% el Ebitda en el primer .

Telefónica ha reiterado sus objetivos y el dividendo anunciado para 2018. El objetivo del grupo es crecer en ingresos en torno al 1% y mejorar sus márgenes un 0,4 % con un capex sobre ventas del 15%. Este ratio quedó por debajo en el primer trimestre, en el 12,3%, a la espera de ejecutar la millonaria inversión de 600 millones en la subasta de espectro británica, que le permitirá apuntalar O2 de cara a su eventual salida a bolsa.

Telefónica de España, la mejor

Debido al efecto cambiario y, en menor medida, a la evolución del negocio, Telefónica España es la única filial que registra un crecimiento de ingresos (1%), frente a la caídas de Telefónica Brasil (-14,5%), Telefónica Hispanoamérica Norte (-16,8%), Telefónica Hispanoamérica Sur (-13,4%), Alemania (-0,2%) y Reino Unido (-0,8%). También la filial española registra el mayor aumento del ebitda, con un aumento del 7%, hasta los 1.226 millones de euros, frente al mal comportamiento de las filiales brasileña y alemana.

La estrategia del operador de centrarse en clientes de alto consumo en sus paquetes Fusión a los que además ha aplicado subidas de precios a cambio de más servicios, ha logrado compensar la caída de ingresos por la fuga de clientes de bajo coste que se han marchado a otros operadores como MásMóvil, que ofrecen tarifas y servicios a un menor coste.

José María Álvarez-Pallete ha destacado que en el primer trimestre del año el grupo ha avanzado en la ejecución de sus prioridades estratégicas establecidas para 2018, ya que ha conseguido que todas sus unidades de negocio crezcan en ingresos y oibda en términos orgánicos, si se excluye el impacto negativo de la regulación.

El consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilà, ha vuelto a advertir a Mediapro de que hay una «posibilidad real» de que no puje por los derechos para emitir la Champions League las tres próximas temporadas si la productora de Jaume Roures no rebaja sus pretensiones económicas. El ejecutivo se mostró más cauto sobre si pujaran por los derechos La Liga, que dependerá finalmente de las condiciones que imponga la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que no está de acuerdo con las que ha fijado inicialmente la Liga de Fútbol Profesional.

Plan de incentivos

Por otra parte, el consejo de la compañía someterá a la junta de accionistas, que se celebrará el 8 de junio, un plan de incentivos a largo plazo para directivos por un importe máximo de 250 millones de euros, que consistirá en la entrega de acciones en función de objetivos. El plan tendrá una duración de cinco años y podrán acceder a él los directivos de Telefónica, incluidos los consejeros ejecutivos, lo que eleva el número inicial de potenciales partícipes a 1.050, según el orden del día remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En concreto, el plan se dividirá en tres ciclos de tres años y las acciones se entregarán una vez transcurridos tres años desde el inicio de cada ciclo. El primer ciclo se considerará iniciado el 1 de enero de este año y las acciones se entregarán en 2021, mientras los otros dos empezarán el 1 de enero de 2019 y en la misma fecha de 2020. El número total de acciones a entregar al final de cada ciclo no podrá superar el 0,27% del capital de Telefónica.

Desplome del 91,6% del negocio en Venezuela

Los ingresos de Telefónica en Latinoamérica se han visto golpeados por el impacto de los tipos de cambio. Al traducirse a euros, la compañía ha sufrida notables caídas de ingresos en Brasil, Argentina, Chile, Perú, Colombia, México y Centroamérica, pero en ninguna parte el desplome es mínimamente comparable al de Venezuela, donde los ingresos de la compañía medidos en euros prácticamente se han evaporado, con una caída del 91,6% en el primer trimestre, con lo que pasan de 98 a 8 millones de euros.

Venezuela, que fue el segundo mercado más importante de Telefónica en América, solo por detrás e Brasil, es ahora el menos relevante para la compañía. Con 8 millones de ingresos, el resultado bruto de explotación cae a solo un millón de euros, una cifra equivalente a las inversiones operativas en el país, de modo que la compañía no genera flujo de caja.

En Venezuela, el desplome de los ingresos medidos en euros se debe no solo a la caída de actividad por la severa crisis económica que atraviesa el país, sino muy especialmente al hundimiento del valor del bolívar, la moneda venezolana. Aunque el régimen de Maduro se resiste a reconocer oficialmente la pérdida de valor de su divisa, las compañías han empezado a aplicar tipos de cambio más realistas, alejados de la ficción oficial. En el caso de Telefónica (cada compañía usa unos tipos de cambio diferentes, al no haber uno válido de referencia), la compañía ha pasado de valorar el bolívar en su cuenta de resultados desde 758 bolívares por euro en el primer trimestre de 2017 a 316.069 a 316.069 bolívares por euro en el primer trimestre de este año. Una devaluación de la moneda del 99,8%.

Fuente: El País