Robyn Denholm será la nueva presidenta del consejo de administración de Tesla en sustitución de Elon Musk, forzado a salir como parte de un acuerdo con los supervisores para cerrar su investigación por manipulación del mercado. Denholm, actualmente consejera de Tesla y directora financiera de la teleco australiana Telstra, lleva en Tesla desde 2014. Musk tuvo que dejar su cargo tras la investigación de la SEC (supervisor de los mercados en EEE UU) sobre su anuncio en Twitter donde afirmaba que tenía financiación para sacar Tesla de Bolsa.

Musk, que seguirá siendo consejero delegado, llevaba presidiendo el consejo de Tesla desde que lideró, en 2004, una inversión inicial de 7,5 millones de dólares. «Robyn tiene experiencia tanto en el sector tecnológico como en el automóvil, y ha hecho contribuciones significativas al consejo de Tesla, para ayudarnos a convertirnos en una empresa rentable», afirmó Musk. «Espero trabajar más cerca de Robyn a medida que aceleramos hacia la llegada de la energía sostenible».

La falta de independencia en el consejo de Tesla ha sido objeto de críticas en los últimos años por parte de expertos en buen gobierno. Dentro del consejo, de nueve miembros, estaban el hermano de Musk y varios fieles al empresario sudafricano, algunos de los cuales son directivos o inversores en SapeceX, la empresa de cohetes también dirigida por Musk.

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La SEC demandó a Mausk después de afirmar en Twitter que tenía apoyo de inversores y financiación para excluir Tesla de Bolsa a 420 dólares la acción (precio superior a la cotización de entonces). Según las acuasciones del supervisor, no había pactado financiación, ni avanzado negociaciones más allá de una breve reunión con representantes del fondo soberano saudí, ni contratado asesores para la operación ni contactado con los principales accionistas de Tesla.

Para cerrar el caso, Musk aceptó una multa de 40 millones de dólares (repartida a partes iguales entre él y la empresa), la entrada de dos consejeros independientes y su dimisión como presidente, cargo que le estará vetado por tres años. Además, la empresa ha creado un comité para supervisar el cumplimiento del acuerdo, que incluye también un mayor control de las comunicaciones (incluido Twitter) de Musk y la cúpula de la empresa.

Fuente: Cinco Días