La socimi Testa Residencial ha alcanzado un acuerdo con Building Center, filial inmobiliaria del grupo Caixabank, para la adquisición de una cartera de 1.458 viviendas, con un precio aproximado de 228 millones de euros.

Con esta adquisición, Testa se refuerza como el mayor propietario de viviendas destinadas al alquiler y engorda la compañía para su salida a Bolsa, prevista para finales de mayo o principios de junio. Previsiblemente la compañía cotizará con un valor de los activos en el entorno de los 2.000 millones de euros.

El debut bursátil se espera que sea la gran operación en el mercado junto a la de la promotora Metrovacesa, que regresó a Bolsa en febrero. Testa está participada por Santander, BBVA, Merlin y Acciona.

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Tras la compra, contará con 10.702 viviendas en España, que están situadas mayoritariamente en Madrid. Es un negocio poco explotado en nuestro país, pero que los expertos señalan como de gran auge por las necesidades actuales de vivienda en alquiler.

La empresa ha reiterado en varias ocasiones que desea ganar tamaño para hacer más eficiente el modelo de gestión de viviendas destinadas al alquiler, a semejanza de las grandes socimis del mercado germano. De hecho, recientemente fichó como consejero delegado al alemán Wolfgang Beck, con experiencia en el gigante Vonovia, para pilotar este crecimiento.

El 66% de la cartera adquirida está repartida entre Madrid, Palma de Mallorca, Barcelona y Valencia y el resto, en otras áreas metropolitanas españolas, según indicó este viernes la socimi en un comunicado.

Se trata de 42 promociones y se encuentran alquiladas en un 90%. Se calcula que aportarán 8,7 millones de euros a la facturación anual de la compañía. La adquisición está sujeta a una serie de condiciones de forma que las viviendas se irían adquiriendo en los próximos meses a medida que las condiciones se cumplan.

Testa se encuentra entre las grandes socimis españolas, junto a Merlin, Colonial, Lar España e Hispania. Estas compañías tienen un régimen fiscal propio, por el que no pagan por el impuesto de sociedades a cambio de repartir dividendos (que sí tributan), y están destinadas al negocio del alquiler de viviendas, oficinas, hoteles o naves.

Fuente: Cinco Días