Después de meses de disputas, cinco días en el juzgado han sido suficientes para que Uber y Waymo, el coche sin conductor de Google, lleguen a un acuerdo. La aplicación pagará 245 millones de dólares al buscador como compensación por el robo de datos y uso de sus patentes. De esta manera, Uber reconoce su culpa, pero sale del juzgado sin condena.
Este movimiento se interpreta como un signo más de la nueva gestión de Dara Khosrowshahi, el nuevo CEO de Uber, en sustitución del polémico fundador Travis Kalanick. Waymo llevó a Uber a los tribunales tras descubrir, gracias a las pistas de algunos proveedores, que uno de sus exdirectivos, Anthony Levandowski, se llevó consigo más de 14.000 archivos de Google a Uber cuando fichó por la segunda en calidad de líder de su división de coche autónomo.
Hace un año, cuando saltó el escándalo, fue apartado del puesto inicialmente. Contó con la protección inicial de Uber y quedó relegado cuando tampoco quiso compartir datos de su actuación con la empresa que lo fichó y terminó despedido. Entre tanto, Levandowski tuvo tiempo para fundar una nueva religión en la que una inteligencia artificial marcaría los dogmas de la parroquia.
La carrera por el coche sin conductor es una de las más candentes en Silicon Valley. Para Uber significaría quitar de la ecuación uno de los puntos de fricción más complicados, el de los conductores, cuyo coste es alto y la relación con los mismos está cada vez más deteriorada.
En la denuncia Waymo reclamaba al menos 1.000 millones de dólares de Uber y pedía que un organismo independiente controlase que Uber no usaba la información robada para poner en marcha su sistema. Los de Mountain View pedían también una disculpa. Khosrowshahi ha mostrado su arrepentimiento, algo poco probable con Kalanick a los mandos: “Aunque pensamos que ningún secreto comercial ha salido de Waymo a Uber, tampoco que Uber haya usado tecnología propietaria para su coche sin conductor, vamos a dar los pasos con Waymo para asegurarnos de que es así y nuestro Lidar y software es solo fruto de nuestro gran trabajo”. Ninguna de las dos empresas ha dado detalles sobre cómo será este control.
Fuente: El País