En una jornada bursátil de ascensos para la banca, gracias al alza de las rentabilidades de la deuda soberana, UBS lanzó ayer una advertencia negativa sobre las entidades financieras europeas. La firma suiza recuerda que, en un entorno de tipos bajos de interés –incluso negativos– una elevada rentabilidad por dividendo puede llegar a convertirse en señal de debilidad, hasta el punto de poner en riesgo la retribución al accionista.

Así, las fuertes caídas bursátiles han contribuido a incrementar la rentabilidad por dividendo de la banca europea, sin que las entidades hayan revisado a la baja su retribución a la baja ante un entorno de bajos tipos por largo tiempo y escasa rentabilidad. “La rentabilidad por dividendo se mantiene alta, lo que sugiere un débil sentimiento de mercado a la vista del viento en contra que padece el sector y que podría poner en riesgo los dividendos”, explica UBS en un informe.

La entidad insiste por tanto en advertir a los inversores para que analicen con cuidado a los bancos que ofrecen una alta rentabilidad por dividendo y al mismo tiempo presentan una combinación de débiles ingresos, colchones de capital más reducidos y elevados ratios de pay out.

Partiendo de esta advertencia, UBS incluye en el grupo de entidades europeas con riesgo sobre sus dividendos a Banco Sabadell, a los bancos británicos –de los que prevé recurran en su totalidad a la recompra de acciones en los próximos 18 meses– y a Nordea, de la que advierte podría estar en riesgo su pay out del cerca del 100% si los beneficios decepcionan.

CaixaBank también figura en el grupo de entidades con mayor rentabilidad por dividendo, aunque no está en el de bancos con su dividendo en riesgo, según UBS. Tampoco pone en cuestión la retribución al accionista de Bankia, Santander, BBVA o Bankinter.

Y sí destaca la de Unicaja, en el escaso grupo de bancos que, según UBS, tienen una declarada y progresiva política de dividendos. El banco andaluz figura en este grupo junto a Nordea, ING, Credit Suisse y Julius Baer y los británicos Barclays y Lloyds.

Fuente: El País