El comercio digital o e-commerce cada vez ocupa más espacio en el mercado de consumo. Desde ropa y comida hasta entradas y espectáculos, las personas cada vez tienen más facilidades para comprar lo que desean desde la comodidad de sus casas. Pero pocos se dan cuenta de todo el trabajo tecnológico que conlleva un servicio así. Wide Eyes Technologies es uno de esos trabajadores ocultos que desde 2014 ayuda a los retailers o distribuidores de ropa y joyería a dar un valor añadido a sus plataformas de venta online e impulsar con ello las ventas.

«La idea surge tras una salida de compras con mi esposa», relata Luis Manent, socio fundador y consejero delegado de la compañía. Ella le había explicado con todo detalle el par de botas que quería, pero, aun así, el empresario, de 40 años, no podía encontrarlas. «Las botas que me estaba describiendo eran totalmente diferentes a las que estaba buscando yo, porque la percepción que tiene cada persona es diferente», explica el cofundador de Wide Eyes Technologies. Fue así como Manent decidió crear un programa que facilitara ese tipo de búsqueda a través de la inteligencia artificial junto a sus tres socios: Miguel Pousa, Long Long Yu y Rodolfo Guichón.

Primero lanzaron una aplicación, Similify, que constaba de un buscador que con una imagen podía encontrar una prenda similar en la web. Un Shazam para la moda, como lo describen ellos. La respuesta del mercado superó sus expectativas, por lo que se lanzaron a realizar un programa enfocado en las empresas.

Cuatro funciones

La compañía ofrece cuatro funciones principales: la primera es la búsqueda por imágenes, que es parecida a la aplicación inicial, ya que a través de una fotografía del móvil o una imagen extraída de Instagram o Pinterest, el usuario final puede encontrar un producto similar en la tienda en cuestión; la segunda es la recomendación de productos similares que puedan interesarle al cliente; la tercera es el style advisor, que ofrece al comprador productos que combinen con el artículo principal para completar el look; y la cuarta es el auto-tag, el cual ayuda especialmente a las empresas en la categorización y clasificación de las prendas.

Hasta el momento, Wide Eyes Technologies cuenta con cerca de 25 clientes internacionales que usan al menos una de esas funciones en sus plataformas de venta online. Entre ellas destacan Privalia y La Maison Simons. El precio depende de las características del cliente y del número de funciones que utilice, pero ronda los 5.000 euros mensuales.

Junto a sus 19 empleados, los cuatro fundadores han expandido este negocio hasta una facturación de un millón de euros en 2018. Tras una fuerte inversión ese año, sin embargo, retornaron a las pérdidas. «Montar una empresa tecnológica en España es muy complejo», admite Manent. «Necesitas una amplia inversión y cuesta hacer entender que se precisa esta tecnología para dar un valor añadido [a los negocios]», concluye.

Fuente: El País