La junta directiva del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) aprobó ayer la creación de un Centro de Innovación encargado de supervisar los avances en materia de tecnología financiera. El anuncio se considera una respuesta a una de las advertencias que hace en su informe anual el coordinador de los bancos centrales: la irrupción de las grandes compañías tecnológicas en el sector supone un desafío y una competencia para las entidades bancarias.

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El papel del nuevo organismo será precisamente “identificar tendencias tecnológicas relevantes, dar apoyo a esos movimientos cuando sea consistente con su mandato y mantener actualizados una serie de requerimientos regulatorios con el objetivo de salvaguardar la estabilidad financiera”, según señaló Jens Weidmann, presidente de la junta directiva del BIS, en un comunicado difundido ayer. “La revolución de la tecnología de la información no conoce fronteras y tiene repercusiones de manera simultánea en muchos sitios”, añadió.

Aunque el BIS no lo cita expresamente, recientemente Facebook anunció la creación de Libra, su propia criptomoneda. La aspiración de Calibra, la filial financiera del gigante tecnológico, es que la nueva divisa eche a andar en 2020 y sirva para “reinventar el dinero”. Para darle estabilidad, la moneda está apoyada por una reserva real y será intercambiable por divisas tradicionales.

En su informe anual, el BIS advierte a las autoridades nacionales que deben seguir de cerca la incursión de las compañías tecnológicas en el mundo financiero, por los efectos que pueda tener sobre la privacidad de los consumidores, la competencia, los mercados y el propio sector bancario.

Nueva economía

“Existe una nueva economía emergente dirigida por los cambios tecnológicos, demográficos y ambientales”, señaló Mark Carney, del Comité Económico Consultivo del BIS. “Mientras el sector privado está al frente de esas innovaciones, sus esfuerzos serían más efectivos si la infraestructura del sistema financiero global le da apoyo, le da resistencia y nivela el campo de competición. Los bancos centrales tienen un papel importante”.

Como parte de esa nueva estrategia de control aparece por tanto el Centro de Innovación (Innovation Hub en inglés). De momento, el BIS no ha especificado qué dotación presupuestaria ni de personal tendrá. Tampoco la fecha en que echará a andar. Lo que sí detalló ayer es que el Banco Nacional Suizo (SNB) y las autoridades monetarias de Hong Kong y Singapur han firmado ya su respaldo a la iniciativa. Esas tres ciudades acogerán las sedes iniciales, que en Basilea y Hong Kong aprovecharán instalaciones del BIS. En Singapur la puesta en marcha se retrasará un poco porque hay que buscar un espacio. “Centros adicionales en América y Europa se añadirán como parte de una segunda fase de implementación”, detalló el comunicado publicado ayer.

Fuente: El País